Me he divertido mucho en actividades físicamente riesgosas, pero después de varios accidentes no sé si debo continuar así o más bien frenarme un poco.

Respuesta de Lama Ole:

En el budismo existe la expresión “precioso cuerpo humano”. Nuestro cuerpo es precioso porque nos permite desarrollar, aprender y experimentar cosas. Te aconsejo que te mantengas dentro de tus límites al principio. Luego, cuando haya un claro cielo azul, puedes disfrutar de un salto tándem en paracaídas, donde tienes un instructor en tu espalda que tira la cuerda para que no ocurra nada peligroso. De vez en cuando puedes permitirte una descarga de adrenalina como esta. Teniendo en cuenta todo lo anterior, debemos tener cuidado con lo que hacemos, porque es mejor poder saltar alegremente que meditar en una silla de ruedas.

Mi consejo es en realidad un poco más conservador que mi comportamiento, debo admitirlo. Unos cuantos días al año, me subo en una motocicleta rápida y salgo a montar con algunos amigos. O a veces voy a hacer paracaidismo o salto en bungee. Aunque siempre estoy convencido de que estoy en control de la motocicleta o de la situación, hay momentos en que la moto patina –lo cual es bastante peligroso.

Una vez tuve una patinada a alta velocidad en una calle mojada con una pesada BMW de cuatro cilindros. Entonces, de repente, sentí como si me sostuvieran mil brazos y de nuevo estaba en el carril. Yo nunca hubiera podido sostener solo esa pesada máquina. En ese caso, los budas controlaron la motocicleta mejor que yo. Siempre sé que las cosas se solucionarán y confío en el espacio. Me siento feliz cuando algo así sucede, pero al mismo tiempo es un poco embarazoso.