Respuesta de Lama Ole:
Hay cuatro velos que cubren nuestra mente. Por encima de todos, esta la ignorancia básica –la incapacidad de ver que sujeto, objeto y acción son parte de la misma totalidad–. En segundo lugar, están las emociones perturbadoras que surgen de esta ignorancia. En tercer lugar, están las palabras y acciones negativas que surgen de estos sentimientos perturbadores, y finalmente los hábitos que se desarrollan como consecuencia de esto.
Estos cuatro velos no nos permiten ver la verdadera naturaleza de la mente, ni experimentar el verdadero poder y gozo dentro de nosotros. Están ligados el uno al otro como una cadena. No importa donde rompas la cadena, todos los eslabones se vuelven de inmediato inútiles. Si uno frena las emociones perturbadoras, también tendrá menos malas experiencias. Entonces también estará menos interesado en ir en contra de otros e igualmente los hábitos se desvanecerán lentamente. O si uno, por ejemplo, disuelve su propia ignorancia básica, el resto también desaparece.
Quienquiera eliminar los velos habituales debería permanecer en meditación un poco más y meditar en el “espacio como gozo”, en el “espacio como frescura y posibilidad”. Aquí deberíamos especialmente mantener el estado de conciencia desnuda, donde no estamos conscientes de algo sino que somos conscientes de la conciencia misma. En este estado, nuestras tendencias habituales desde tiempo sin principio se rompen y se disuelven.