¿Qué puedo hacer si siempre percibo una cierta distancia entre mi pareja y yo?

Respuesta de Lama Ole:

Hoy en día la gente puede permitirse más distancia que en el pasado porque las parejas ya no están obligadas a permanecer juntas. Las personas no dependen tanto unas de otras como antes, cuando no existía un sistema de bienestar social. Para esta sensación de distancia es útil imaginar que irradias mucha luz, tanta como sea posible, desde tu corazón hacia el corazón de tu pareja o a todo su cuerpo. También haz esto en el momento de hacer el amor: imagina o siente de manera profunda que atraes completamente a tu pareja hacia tu corazón y la mantienes allí.

Tengo dificultades para iniciar una relación porque siempre me incomoda la presión de las expectativas. ¿Qué me aconsejas?

Respuesta de Lama Ole:

Las expectativas son una forma de apego. Es por eso que debemos tratar de hacer al otro tan rico y tan bello como podamos. Percíbanse el uno al otro como personas libres: intercambien, dense espacio, compartan, aprendan unos de otros, y salgan de la relación enriquecidos y capaces de transmitir esto a los demás. Asegúrense de que ambos puedan crecer, meditar y no se restrinjan.

Por supuesto, aún quedan hábitos profundamente arraigados de costumbres previas a nuestro sistema de bienestar social: la mujer se queda en casa cuidando a los niños mientras el hombre sale a cazar con su lanza o a pelear. De acuerdo con las familias tántricas, las mujeres tienen mayores dificultades con el apego y los hombres con la ira. Sin embargo, con los sistemas sociales actuales, las mujeres tienen las mismas libertades que los hombres y no necesitan apegarse tanto, mientras que los hombres pueden enojarse menos.

En la actualidad, los hombres y las mujeres pueden encontrarse como personas libres, como individuos independientes, capaces de intercambiar, compartir, aprender unos de otros y salir enriquecidos de una relación. Así, pueden pasar a otros lo que han aprendido y experimentado. Desplieguen este poder dentro de ustedes.

¿Es mejor entregarse por completo a una relación o establecer límites desde un inicio para conservar algo de autonomía para uno mismo?

Respuesta de Lama Ole:

En mi opinión, es mejor entregarse por completo. Pero si prefieres convivir con límites claramente establecidos –como en una relación entre padre e hijo o hermano y hermana– esto también puede funcionar bien, aunque uno no experimente la intimidad total de un vínculo romántico. Yo pienso que involucrarse por completo y saltar con ambas piernas es mucho más emocionante.

En los asuntos del amor, quien lo da todo, gana. El amor es como un pozo: cuanto más das, más recibes. Crecemos al dar. Naturalmente, la motivación también debe ser la correcta: haz buenos deseos para que el otro crezca y se desarrolle. No te vuelvas dependiente, sino que permanece firme para ser capaz de dar continuamente. 

La gente podría pensar que quien no aporta nada a la relación es el ganador y quien da todo lo pierde todo, pero esto no es cierto. Los que no contribuyen, tampoco aprenderán nada; mientras que los que dan, también ganarán y crecerán.

¿No crees que a veces hay que poner límites en una relación de pareja?

Respuesta de Lama Ole:

No creo que sea así, pero tienes que asegurarte de amar a tu pareja por todo lo que es –por su inteligencia, habilidades, fuerza, conocimiento y demás– y no por una sola cosa. Al hacer esto, asumes un rol completo y no hay necesidad de limitarse. Sin embargo, si tu pareja no te da libertad, ningún espacio para moverte, tienes que poner límites y hacerle entender, por ejemplo, que no eres su sirviente o madre, ni nada por el estilo.

Toda relación está enraizada en el karma anterior. Las buenas acciones compartidas, así como las malas, generan fuertes conexiones. En la relación actual, todo lo positivo y negativo que hicieron juntos antes, será experimentado como algo agradable o desagradable. El karma es muy fuerte y es por eso que algunas personas no pueden alejarse unas de otras. Si una de las partes es realmente difícil y no está dispuesta a cambiar, y la otra parte está sufriendo a causa de esto, entonces sí procuro ayudarles a separarse.

Es mejor arruinar una sola vida, en lugar de dos. Esto es especialmente cierto en Occidente, donde uno tiene un sistema de bienestar social y no depende de su pareja. La idea es dar lo mejor de nosotros; beneficiar a los demás y a nosotros mismos de la mejor manera posible.

¿Puedes decir algo sobre el matrimonio y la paternidad en el mundo moderno?

Respuesta de Lama Ole:

Como en otras áreas de la vida, las parejas dentro de un matrimonio quieren ser felices y evitar el sufrimiento. En este sentido, el matrimonio no es distinto de cualquier otra relación entre un hombre y una mujer, con o sin certificado de matrimonio. Ambos en la pareja son siempre libres de hacer lo que deseen. No obstante, esto cambia tan pronto nacen los hijos ya que éstos dependen de sus padres. Cuando hay niños de por medio, una pareja debe tratar de permanecer unida, aunque a veces sea difícil encontrar un lenguaje común. En este caso, sería mejor que los niños pasasen en ocasiones más tiempo con la madre y otras veces más tiempo con el padre. Como ellos prefieran.

Lo que importa es nuestra actitud: debemos apoyar el crecimiento y el desarrollo de la otra persona, esto es, dar en lugar de quitar o explotar al otro. Para hacer esto, básicamente necesitamos ver a nuestra pareja como algo muy precioso, como a alguien que es capaz de desarrollarse.

¿Puedes decir algo acerca de los otros tipos de relaciones, que no son amorosas, entre hombres y mujeres?

Respuesta de Lama Ole:

Observa de cerca a las personas y a menudo verás qué tipo de relación podrías tener con ellas. Puedes ver si surge apego y qué tipo de conexión podría ser: más sexual, más emocional, y así.

Hay cuatro roles que una mujer puede asumir con el hombre y viceversa. Una mujer puede ser como una madre que trata de criarlo. O si el hombre y la mujer simplemente se divierten mucho juntos, es más como una hermana. Si él la protege, ella es como una hija. Y si hay atracción física, es más bien una amante.

La mujer puede percibir al hombre de la misma manera. Él es como un padre, si es un protector que le da seguridad. Si estar con él es divertido, pero no implica demasiadas emociones, entonces es como un hermano. Si él es alguien que necesita ser protegido y cuidado, es como un hijo. Y si es físicamente atractivo y la relación fluye bien, es como un amante.

Todo el mundo quiere ser el amante, por supuesto. Eso es más emocionante y especial. Pero puedo decirte, en mi experiencia – y a través de la bendición de todos los budas – diez años después, ya no importa si alguien fue como una hermana, una hija o una amante para mí. No importa cuán cerca estuviera, en las relaciones duraderas esto no es importante en lo absoluto.

Por supuesto, uno da más y está más abierto hacia una persona con la que hace el amor, ya que se trata de una relación íntima. Pero las cualidades duraderas son mucho más importantes, las cualidades del dharma y la cualidad de la confianza. Lo realmente importante es crecer, desarrollarse y trabajar juntos.

Hay una gran bendición en estar juntos, pero si hay demasiado apego, entonces el sufrimiento y las dificultades también surgen. Lo más importante es compartir el dharma: el desarrollo y el crecimiento.

¿Cuál es la actitud correcta para crear una relación feliz en la que ambas partes se desarrollen mejor?

Respuesta de Lama Ole:

La mejor actitud en el amor es pensar más en dar que en recibir; desear felicidad a los demás y tratar de dar lo que sea de beneficio. No tener demasiado apego, más bien compartir de una manera amigable y fácil, sin limitarse el uno al otro. Si siempre tienes a tu pareja en tu mente, todo se volverá menos rígido y más divertido.

Este es un camino largo y toma algo de tiempo. Haber nacido como ser humano en esta vida, significa que la emoción más predominante fue el deseo. A medida que tu mente se vuelve cada vez más clara, presta atención a lo que haces – si es útil o no para otras personas – especialmente si tienes poder sobre ellas. Piensa en lo que puedes compartir con ellas y en lo que no; en lo que es bueno ahora y lo que será beneficioso después. Hay muchas cosas diferentes para considerar.

A veces uno tiene que hacer incluso cosas que parecen bastante extrañas. Drukpa Kunley fue un maestro en esto. Un día iba caminando por las calles de Bután, cuando una joven pasó por allí. Él le dijo: “Definitivamente tenemos que hacer el amor. Ven conmigo ahora mismo”. Ella lo vio sin afeitar y con su cabello largo, y respondió: “¡Oh!” Corrió a la casa de al lado y dijo: “Escuchen, más abajo hay un hombre terrible con mucho cabello y una gran barba ¡Y quería acostarse conmigo!”

“Eres la chica más estúpida de la ciudad”, respondió la gente. “Él es el mejor yogui que tenemos, es Drukpa Kunley. Con seguridad hubiera sido fantástico”. Y de nuevo ella dijo: “¡Oh!” Regresó donde él y le dijo: “Está bien, lo he pensado mejor y…”

“Lo siento”, replicó él. “Ya no tengo tiempo. En el momento en que te lo ofrecí, una conciencia altamente realizada pasaba por ahí, y pude haberte engendrado un hijo maravilloso. Pero ahora…Lo siento, en otro momento”.

Si observas más allá de lo personal, verás que las cosas no son simplemente buenas o malas, sino que producen felicidad o sufrimiento dependiendo de las circunstancias. En lo referente a la sexualidad, si las personas tienen el karma adecuado, será para ellas gozosa. En otros casos, la sexualidad sólo causa problemas. Problemas en la primera relación, en la segunda, en la tercera, y así sucesivamente.

Si tienes una conexión cercana con alguien a nivel físico, lo mejor que puedes hacer es darle libertad a él o a ella, lo mejor que puedas. Este es el verdadero regalo en el amor: mostrar a las personas su belleza y potencial, y dejarlos ser libres. Prueba hacer esto: piensa en los otros y no en ti mismo. Esto es lo importante.

Si observamos el amor, por ejemplo, existen dos tipos: uno que da, enriquece y crece, y otro que tiene límites y expectativas, que congela las cosas y se aferra constantemente al pasado o al futuro. En este tipo de amor restrictivo y negativo, uno trata de encajonar al otro diciendo: “Ahora que te has casado conmigo, no puedes hablar con esa persona y tienes que hacer esto y aquello”.

Si las personas se atan a una relación tan cerrada que se excluyen completamente de comunicarse con el mundo exterior, esto es un signo de debilidad, y no es bueno. Esto empobrece a todos.

El buen tipo de amor –que da y es generoso, que tiene el sabor de la libertad y el crecimiento– se puede encontrar en aquellas relaciones en las que ambos quieren aprender y crecer juntos, y que el otro se desarrolle. Este es el caso del hombre que mira a la mujer, y piensa: “Te convertiré en una reina”. Y la mujer mira al hombre, y piensa: “Te convertiré en un príncipe”. Aquí no quiere uno controlar o limitar al otro, sino mostrarle sus cualidades: su fuerza, su belleza y su potencial. Este es el tipo correcto de amor.

Si percibimos a todos los seres como budas y no privamos a nadie de nuestro amor, ¿cómo podemos tener una relación intensa con una sola persona?

Respuesta de Lama Ole:

Aunque una inmensa alegría y resplandor surgen dentro de ti cuando deseas todo lo bueno a todos los seres, habrá personas con las que estarás más estrechamente conectado. Por ejemplo, en vidas anteriores pueden haber hecho fuertes deseos juntos para lograr algo bueno. Entonces, aunque desees todo lo mejor para todos, aunque hagas todo lo que puedas y continuamente sientas gozo y tengas excedente para los demás –aún así– hay algunos seres a los que puedes ayudar y otros a los que no puedes alcanzar. Es como un anillo y un gancho: si no hay anillo, el gancho no tiene de dónde engancharse.

Conocerás personas con la que tienes una conexión cercana y seguirán trabajando juntos, como lo hice yo con mi esposa, con Caty y con muchos de mis estudiantes y amigos. Aunque continuamente experimentas más y más alegría, notarás que hay algunas personas a las que estás más estrechamente unido que a otras.

En otras palabras, si deseas a todo el mundo todo lo bueno, no significa que no desees lo mejor para la persona con la que tienes una relación más cercana. Así es como lo experimento yo mismo.

¿Qué le aconsejarías a alguien que anhela una relación de pareja, pero que a la vez teme demasiada cercanía?

Respuesta de Lama Ole:

Examina qué tipo de miedo es. ¿Es miedo a la cercanía física o mental? Un método útil para averiguar si tienes una apertura básica a nivel físico, es preguntarte si estarías dispuesto a usar el cepillo de dientes de la otra persona. Si sientes que la persona es atractiva y disfrutas tocándola y observándola, entonces trata de averiguar cómo puedes eliminar los obstáculos.

Empieza donde está el poder. Si encuentras al otro principalmente atractivo a nivel físico, comienza por ahí, y comprueba si esto también puede extenderse a la mente. Si el otro te gusta por su mente, entonces comprueba si esto puede extenderse al cuerpo. Es siempre “el arte de lo posible”: empieza siempre por lo que cuadra mejor, y a partir de ahí, mira lo que es posible.

También es importante examinar tu actitud. Si tu enfoque es “¿qué puedo dar?”, entonces la relación con certeza saldrá bien. Si en cambio tienes la actitud de “¿qué puedo conseguir?”, entonces seguro no saldrá bien. Es por esto que debes volverte fuerte y hacerte consciente de lo que puedes dar. Considérate a ti mismo poderoso y capaz, y piensa que le darás algo bueno a tu pareja. De esta manera, también estarás abierto a recibir todo lo bueno. No te minimices pensando “¿quién quiere estar con alguien tan insignificante como yo?” Hazte grande y experimenta el mundo.

¿Qué podemos hacer si ya no somos capaces de abrirnos por miedo a que nos decepcionen?

Respuesta de Lama Ole:

Esto es bastante fácil. Piensa en los demás, en lo que puedes hacer por ellos y en cómo darles alegría. Entonces, todo lo demás encajará por sí solo.

No pienses en ti mismo, más bien piensa: “Aquí hay alguien que me ama, que me necesita” y luego trata de dar. Y al pensar en la otra persona, recibirás tu propia reafirmación y alegría de manera retroactiva –por así decirlo–. Si sólo piensas en lo que podrías experimentar o en aquello que eres vulnerable, entonces será como conducir un coche con un cargamento de plomo en el maletero: no llegarás muy lejos, ni podrás conducir bien. Enfócate por completo en lo que tienes enfrente; trabaja con confianza con las cosas como son y saldrás beneficiado.

Creo que las personas no aman lo suficiente. Quieren las cosas a su acomodo y no sobrepasan sus límites. En el amor, debemos entregarnos de lleno y experimentar algo, y esto es precioso para nuestro propio desarrollo.

Como ejemplo, les contaré el cuento del pequeño oso filosófico. Cuando llegó el momento de aprender a caminar, el pequeño oso estaba reflexionando sobre cuál pata mover primero. La madre se acercó y pensó que ya llevaba demasiado tiempo parado, así que le dio un empujón. El pequeño oso salió volando hacia adelante y luego empezó a caminar perfectamente. Nunca supo cuál pata movió primero.

Es lo mismo con el amor. Simplemente haces lo mejor que puedas y piensas en dar felicidad y significado a los demás.

Tengo problemas con mi feminidad. De alguna manera tengo carencias y bloqueos en este aspecto. ¿Puedes darme algún consejo?

Respuesta de Lama Ole:

Es posible que una mujer pierda contacto con su feminidad porque la han convencido de que es algo malo. Este es un error crucial. Los daneses decimos que no hay mujeres frígidas, sólo hombres torpes. Una visión despectiva de la feminidad puede ser provocada tanto por hombres como por mujeres. A veces tiene sus raíces en experiencias negativas de la infancia.

En este caso, necesitas recuperar tu feminidad y esto es posible a través de la meditación. La mente es como una joya radiante y una vez que se purifica a través de la meditación, se obtiene algo bueno. Puedes identificarte con una forma de Tara, o si eres más enérgica, con una forma de energía femenina roja. Si te identificas completamente con ellas, todos los defectos se disolverán y cualquier feminidad que haya sido destruida será completamente restaurada. Del mismo modo, la meditación en los protectores da a los hombres la fuerza que antes no tenían.

Con los monjes y monjas es al revés: los hombres meditan en los aspectos femeninos porque carecen de esas cualidades, y las mujeres meditan en los aspectos masculinos porque carecen de éstos. Así se logra el equilibrio.

Es esencial comprender que tu mente es la mente del Buda y que todos los velos y perturbaciones son insignificantes, son solamente polvo sobre la joya. Lo único real es la joya misma.

¿La envidia y los celos son lo mismo?

Respuesta de Lama Ole:

La envidia y los celos a menudo van de la mano, pero podemos distinguirlos observando sus causas. Los celos nacen del deseo y de la falta de algo, de la sensación de no tener suficiente. Una persona celosa cree que necesita a la otra persona. Necesita aferrarse y tomar precauciones, por eso no le gusta cuando sus esperanzas se desvanecen. Si una persona le gusta mucho y de repente la pierde, surgen los celos.

En cambio, la envidia no proviene del apego ni de la carencia, sino más bien de la ira y la aversión. Si a la persona envidiosa no le cae bien alguien, no querrá que esa persona sea feliz. Aunque no tenga nada que ver con la persona, aun así, se enfurecerá si al otro le va bien. Esto es envidia.

Al tratar con los celos, es de suma importancia darle a la persona celosa la sensación de que estás allí, incluso si no estás físicamente cerca. Es muy importante mostrar tu aprecio por la conexión que existe entre ustedes. Puede que surja una situación en la que no puedan compartir mucha cercanía física. Pero si está claro que no tiraras ni despreciarás lo que han compartido hasta el momento, sino que lo honrarás y te alegrarás por ello, entonces puedes irradiar este excedente al mundo. Si manejas los celos de esta manera, se disolverán.

De esta manera, habrán compartido riqueza entre ustedes; tú la compartes por aquí y tu pareja la comparte por allá. Siempre vuelvan a la sensación de riqueza, a la visión: “Ahora estamos compartiendo algo que nos enriquece. Esto lo compartiremos con todos los seres en todas partes. El espacio nos conecta y nos mantiene unidos, haciéndonos parte de una misma totalidad”. Si piensan así, toda mentalidad estrecha desaparecerá.

El espacio no nos separa, nos conecta. El espacio no es distancia, es un contenedor. Ahora mismo puede haber dos metros entre nosotros y lo experimentamos como una separación, como algo que no nos gusta. Pero si observamos más de cerca, vemos que hay un sinfín de kilómetros detrás de nosotros.

Toda nuestra percepción del espacio debe cambiar. Estamos acostumbrados a dejar que nuestra conciencia sólo funcione a través de nuestros ojos, y así experimentamos el mundo exclusivamente de esta manera. Mientras sólo percibamos a través de los ojos y nos enfoquemos sólo en lo que se puede ver, experimentaremos un sentimiento de separación. La sensación de estar separados –de un “yo aquí” y “tú allá”– puede cambiarse de una manera muy positiva cuando nos abrimos al espacio en todas las direcciones. Uno puede practicar ser consciente en todas las direcciones, desde el centro del corazón o desde los cinco centros de energía al mismo tiempo, y experimentar el mundo de esta manera. 

Por ejemplo, si tratas de expandir tu conciencia a través de tu espalda, sientes la almohada, la pared de la habitación, la pared de la casa, la calle, los autos que están allí, el vecindario, la ciudad, el país, el mundo. De esta manera, puedes experimentar todo a través de cada uno de los centros de energía del cuerpo, y obtener más y más la sensación de espacio. Deja que la sensación de centro y límite se disuelva hasta que sólo quede un estado de conciencia, que es totalmente abierto como el espacio. ¡Esto elimina los celos!

Por cierto, esto es parte de una meditación completa, pero también se puede practicar así. En cualquier caso, ¡viene a través de la meditación! La meditación elimina la separación entre tú y yo, entre aquí y allá. Entonces, estarás unido –de todos modos– al agradable estado de unidad de todos los fenómenos, en el fantástico estado de conciencia. La experiencia de la mente misma es incluso mejor y más rica que tener un amante a cada lado. Es un estado que lo abarca todo, más allá que todo lo demás ¡La meditación es lo más importante!

Si alguien tiene problemas con los celos, realmente puedes decirle: “No tienes idea de lo rico que eres. Únicamente puedes ver algo hermoso en mí porque tienes algo hermoso dentro de ti. Yo sólo funciono como tu espejo. Sólo te muestro tu propia belleza, tu propia naturaleza búdica, tus propias habilidades. Si no tuvieras todo esto dentro de ti, no podrías verlo en mí”. Pero es bastante difícil, especialmente si la otra persona no desea desarrollarse, sino que busca una relación estrecha y exclusiva, y pone grandes expectativas en la pareja para alcanzar su propia felicidad. Es difícil ayudar a alguien así y no puedes protegerlos de todas las dificultades.

No obstante, muy a menudo el dolor es el motor para el desarrollo. Cuando los juegos y hábitos ordinarios dejan de funcionar y una persona experimenta dolor, sólo entonces llega a comprender que necesita cambiar un poco. De lo contrario, la mente es como un caballo gordo y perezoso que prefiere acostarse o pararse por ahí, sin lograr nada. En general, –como todo lo que experimentamos es un reflejo de nosotros mismos– mientras algo duela, es porque aún estamos aprendiendo. En el momento en que ya nada nos duela, lo habremos logrado. Es así de simple.

Pueden comprobarlo en sus propias vidas. Puede ser en las relaciones o en otras situaciones de la vida: siempre y cuando encuentren suficiente fuerza dentro de ustedes y no necesiten nada más, siempre y cuando estén tranquilos y felices, y tengan un excedente para otras cosas – no importa lo que esté sucediendo – lo habrán logrado. Seguirán siendo vulnerables solo en la medida en que necesiten algo una y otra vez; o quieran aferrarse o rechazar algo; o necesiten probarse a sí mismos, dar explicaciones o justificarse.

La vida amorosa de una pareja suele disminuir después de unos años. ¿Por qué sucede esto? ¿Hay alguna manera de prevenirlo?

Respuesta de Lama Ole:

Una vez vi un artículo acerca de esto que decía que, si después de tres años una pareja no ha tenido hijos, algo en las hormonas cambia y hacer el amor ya no es tan divertido. Aunque esta no es mi propia experiencia, podría ser así cuando la relación se basa principalmente en la atracción física.

Pero si la atracción no es sólo a nivel exterior, sino también en los niveles interno y secreto, entonces las cosas son diferentes. Es importante que nos veamos el uno al otro en un nivel alto. De lo contrario, la pareja dejará de desarrollarse. Se convierten en la mala conciencia del otro y ya no hacen nada divertido juntos. Todo se convierte en un hábito y su sexualidad se atrofia. Observo esto muy a menudo con la gente. En estos casos, siempre les digo: “Hagan algo divertido juntos. Váyanse de vacaciones sin los hijos. Creen una situación en la que puedan enfocarse completamente el uno en el otro, como lo hacían antes, cuando recién se enamoraron”.

Como pareja, traten de verse en el nivel más alto: como un mandala, un campo de poder de amor. Si tratas de ver la parte femenina como una flor de loto y la parte masculina como un diamante, entonces los principios femenino y masculino se encuentran en el acto de unión como espacio y gozo, como inspiración y actividad, como compasión y sabiduría. Si se abren a eso, puede surgir un enorme gozo.

Uno debe experimentar el cuerpo como algo puro y como una herramienta para crear felicidad y gozo ¡El amor es más que ese cuarto de hora después de apagar el televisor!

Y si han hecho el amor por la mañana y después salen de casa, no traten de aparentar neutralidad para que nadie note lo que acaban de experimentar. Irradien las buenas vibraciones del amor hacia el mundo. Es importante transmitir a los demás todo lo positivo que experimenten.

Mi pareja no comparte mi actitud con respecto al budismo, lo que crea más y más problemas entre nosotros. ¿Crees que la relación todavía tiene futuro?

Respuesta de Lama Ole:

Puedes averiguarlo de esta manera: si él te ama y tú le dices que el budismo es beneficioso para ti, él también desarrollará una actitud positiva hacia el budismo, pero si le dices que es bueno para ti, y aun así lo rechaza, entonces tiene celos del dharma o es un egoísta que tiene miedo de que te vuelvas tan fuerte e independiente que ya no lo necesites. Si este es el caso, puedes cambiarlo con confianza por un mejor y más nuevo modelo. 

Podemos comprobar muchas cosas en la vida de esta manera. Si la gente es feliz cuando tú lo eres, entonces son tus amigos. Si solo quieren reafirmar sus propias ideas y tienen problemas cuando cambias –y ya no encajas con sus ideas y esquemas– significa que no puedes confiar en ellos.

Si a mi pareja no le gusta el budismo y esto crea una verdadera crisis en la relación, ¿debo hacer concesiones y reducir mi cantidad de práctica o practicar en secreto?

Respuesta de Lama Ole:

No, eso probablemente no tendría ningún sentido. Si tu pareja ya no puede estar celosa de la práctica, entonces se pondrá celosa del juego de naipes por las noches o de cualquier otra cosa que se te ocurra hacer. Permanecer débil y bloquear nuestro propio desarrollo no beneficia a nadie. Quedarse dentro del mismo agujero con los demás, cuando tenemos la oportunidad de salir de ahí, es una solidaridad errónea. Es mejor confiar en nuestras propias capacidades y hacernos fuertes. Luego, más tarde en la vida, podemos ayudar también a otros a salir del agujero.