Respuesta de Lama Ole:
Cuando la ira es provocada por los hábitos, entonces es importante ser consciente de lo que sucede allí. En términos generales, no estoy en contra de intervenir poderosamente cuando hay situaciones, ¡siempre y cuando al hacerlo no excluyas a las demás personas de tus buenos deseos!
No puedes trazar una línea diciendo: “la humanidad está ahí y yo estoy aquí”. En vez de esto, aporta algo positivo y trabaja con ello. Entonces seguirás avanzando. Por supuesto, si te sientes perturbado, debes mostrarlo, de lo contrario te volverás neurótico. Simplemente debes mostrarlo de una manera controlada y amigable.
Entonces, si hay algo que te molesta mucho –si ves, por ejemplo, que tu relación con tu novio está a punto de terminar porque siempre deja los calcetines sobre la mesa cuando están a punto de comer– recuerda que no lo hace para molestarte. Lo hace porque no aprendió nada diferente, tal vez porque lo criaron mal. Dile que eso te molesta y que daña la relación. Entonces, si cambia su hábito, es un acto de amor. Y si no lo cambia, entonces puedes usar la energía de tu ira para acumular toda la fuerza que necesites para poderte ir.
Pero a largo plazo, uno no debería volverse un mártir. El siguiente ejemplo ilustra esto: una pareja casada había vivido junta durante mucho tiempo y solían comer panecillos los domingos. El marido comía la mitad superior y su esposa la inferior. Pero siempre había algo sobre esto que les molestaba a ambos. Después de mucho tiempo, se dieron cuenta de que el hombre realmente quería comer la mitad inferior y la mujer la mitad superior.
No es bueno cuando uno es tan sensible, que no puede hablar con otros seres humanos. Es mejor encontrar una buena manera de comunicarse y mantenerse en contacto.