Respuesta de Lama Ole:
Podemos examinar el nivel en el que se manifiesta la alegría. Si consiste en tener algo y luego se detiene en el momento en que no lo tenemos, entonces la alegría constrictiva y desagradable.
En realidad podemos disfrutar cualquier cosa, mientras no tengamos un problema una vez que se haya ido. Si el placer se vuelve lo suficientemente fuerte, entonces rompe los límites del ego. Uno puede entrar en él a través del ego y descubrir algo que es mil veces más grandioso que cualquier cosa que haya conocido antes. Mientras no nos domine, podemos disfrutarlo sin miedo. Como dijo una vez un viejo maestro: “Ya que todo es un juego de la mente –al fin y al cabo– podemos también disfrutarlo”. De lo que él estaba hablando, es de la vida misma.