Respuesta de Lama Ole:
Esto es bastante fácil. Piensa en los demás, en lo que puedes hacer por ellos y en cómo darles alegría. Entonces, todo lo demás encajará por sí solo.
No pienses en ti mismo, más bien piensa: “Aquí hay alguien que me ama, que me necesita” y luego trata de dar. Y al pensar en la otra persona, recibirás tu propia reafirmación y alegría de manera retroactiva –por así decirlo–. Si sólo piensas en lo que podrías experimentar o en aquello que eres vulnerable, entonces será como conducir un coche con un cargamento de plomo en el maletero: no llegarás muy lejos, ni podrás conducir bien. Enfócate por completo en lo que tienes enfrente; trabaja con confianza con las cosas como son y saldrás beneficiado.
Creo que las personas no aman lo suficiente. Quieren las cosas a su acomodo y no sobrepasan sus límites. En el amor, debemos entregarnos de lleno y experimentar algo, y esto es precioso para nuestro propio desarrollo.
Como ejemplo, les contaré el cuento del pequeño oso filosófico. Cuando llegó el momento de aprender a caminar, el pequeño oso estaba reflexionando sobre cuál pata mover primero. La madre se acercó y pensó que ya llevaba demasiado tiempo parado, así que le dio un empujón. El pequeño oso salió volando hacia adelante y luego empezó a caminar perfectamente. Nunca supo cuál pata movió primero.
Es lo mismo con el amor. Simplemente haces lo mejor que puedas y piensas en dar felicidad y significado a los demás.