Primero, intenta descubrir si la fuente es externa o interna. Si la fuente es externa –como un cementerio al otro lado de la vía, un matadero o una esquina con drogadictos o borrachos– entonces coloca un espejo de tal forma que envíe las malas vibraciones de vuelta. Los espejos octagonales son usualmente usados para esto.
Si la fuente es interna, entonces puedes verificar si algo realmente sucedió ahí que causó mucho sufrimiento. ¿Vivió alguien allí completamente solo y devastado por treinta años? ¿Alguien fue asesinado allí? ¿Las personas se golpeaban entre sí allí? Puedes tratar de averiguar que pasó en el pasado.
En un nivel general corriente, es inteligente pintar las paredes o colocar un nuevo papel tapiz –con colores más claros, si es posible–. También deberías ventilar el cuarto con frecuencia, o puedes quemar algo que aleje las energías negativas. Hay una resina de los árboles de cereza que funciona bien para esto. Creo que los católicos incluso la usan en su incienso ¡Eso es muy bueno!
También puedes colgar protectores budistas de los cinco colores en el cuarto. Ellos se aseguran de que nada perturbador entre de nuevo. O traes una novia a casa contigo y tienes mucha diversión en aquel cuarto; eso también ayuda.