Respuesta de Lama Ole:
En situaciones como esta, hay dos tipos de personas: aquellos que saben que tienen un problema y están listos para cambiar, y aquellos a quienes hay que convencer de que tienen un problema y que deben cambiar. Si una persona ya ha descubierto que tiene un carácter difícil y que las cosas no le están yendo muy bien, podemos trabajar con ella. Tenemos una responsabilidad con ella e intentamos mantenerla alejada de las situaciones difíciles.
Esto es lo que siempre digo cuando alguien viene a mí con un problema de relaciones de pareja, y dice: “Doy todo el tiempo, y a cambio recibo muy poco”. Usualmente, son mujeres. Lo que les digo es: “Mira, es fantástico tener la capacidad de dar, pero ¿sabe él lo que está recibiendo y desea dar algo también?” Si es así, no importa cuán cerrado sea el hombre, cuando haya recibido cosas buenas por el tiempo suficiente, también dará algo, porque está lleno de buenas impresiones. Entonces, si trabajamos con personas que están abiertas, es fácil.
Pero si trabajas con personas que perturban a los demás y no lo admiten, entonces detenlos para que vean que el mundo no está de acuerdo con su viaje personal. Si en ese momento se vuelven razonables y quieren aprender algo, podrás ayudarlos. Pero si no quieren entender nada y el ego sigue apareciendo una y otra vez, y se vuelve perturbador, apártalos por un tiempo. Trabaja alrededor de ellos o pasa de largo y protege a los demás de ellos; hasta que, en algún momento, descubran que las cosas eran mejor antes, que tal vez el ego no valga la pena. Entonces, estarán listos para aprender.
Mientras no estés enojado, el método que elijas será adecuado. Si tu actitud es buena, lo que suceda será el karma de los demás. Entonces, tendrán buen karma si se encuentran contigo en uno de sus días razonables, y mal karma si se encuentran contigo en un día difícil. Quien siempre hace lo mejor que puede, no tendrá dificultades.