Respuesta de Lama Ole:
Yo no evitaría los conceptos porque pueden ser convenientes y útiles. Por otra parte, siempre me recordaría a mi mismo que son solamente un sueño. No estaban ahí ayer y se irán mañana. Entonces, sabemos que los conceptos son imágenes en el espejo, pero no el espejo en sí. La verdad y sabiduría del espacio mismo son profundamente significativas. Están en la vibración de cada átomo. Son más verdaderas que todos nuestros conceptos, ideas y pensamientos, y nosotros somos parte de este espacio.
De hecho, podemos actuar mucho más efectivamente si no preguntamos continuamente “¿Por qué?”, “¿Para qué?” y así. Mucha de nuestra actividad mental diaria es como un golpe de estado en una república bananera: solamente dos o tres aspectos de la radiante joya que es nuestra mente intentan dominarlo todo. Las habilidades para entender matemáticas, crear poesía o hacer muchas otras cosas, repentinamente son dominadas por nuestro intelecto, orgullo, expectativas, temores, etc.
Es beneficioso disolver esto para que estas habilidades puedan surgir cuando son necesarias y desaparecer cuando ya no lo son. Esto tiene un significado profundo. Cuando las estamos usando, una u otra cualidad son muy útiles, y cuando ya no se necesitan, uno puede hacer algo más –tal vez enamorarse, explorar la naturaleza o descubrir qué tan emocionantes son el aquí y el ahora–. Pero si uno siempre se aferra a todo, nunca está en el momento, entonces se vuelve neurótico.
Es este estado de la mente “esto y aquello”, por el cual debemos luchar. Intenta hacer siempre lo que esta enfrente de tu nariz, sin distraerte. Esa es la libertad real.