Después de participar en un curso budista me siento lleno de energía. Luego en casa pierdo esa sensación otra vez. ¿Cómo puedo evitar eso?

Respuesta de Lama Ole:

Eso es bastante natural. Todo el mundo experimenta altibajos en su desarrollo. Uno se siente bien por un tiempo, pero luego cuando las buenas impresiones se agotan, pueden surgir impresiones desagradables nuevamente. En ese caso tienes que mirar al espejo mismo en vez de los reflejos en él, para identificarte con la consciencia misma y no con los altibajos. Si meditas con regularidad, lo que está entre y detrás de tus pensamientos, lo que experimenta y comprende tus pensamientos, se volverá gradualmente más luminoso, claro y fuerte. Y al final, ya no perderás más este estado.

Si siempre tienes esta frescura y esta experiencia “ajá” dentro de ti, y todo vibra con significado, no puedes sufrir más. Es solo cuestión de tiempo. Con cada mantra que dices, con cada momento que dejas que Karmapa se funda en ti en la meditación y luego descansas en la conciencia desnuda, siempre eliminas y limpias todo tipo de perturbaciones.

Un día estarás allí y pensarás: “Solía ​​estar confundido e infeliz en esta situación” –pero ya no lo estás– ¡eso es purificación! Todo lo agradable es una bendición y todo lo desagradable es una purificación en el camino. Es importante saber que no estamos acumulando nuevas impresiones negativas cuando experimentamos sufrimiento y dificultades, sino que nuestra mente se está liberando de las viejas impresiones. Si comparamos esas viejas y confusas impresiones con un zoológico, podríamos decir que vemos los traseros de los animales cuando se van, no sus caras. Nos estamos deshaciendo de algo. Es una liberación de impresiones de nuestra mente que habrían llegado en forma de problemas reales y sufrimientos más adelante. Entender esto como purificación da sentido a estas experiencias, y uno se siente mejor en el proceso.