¿Qué debo hacer con mi ira cuando ya la estoy sintiendo?

Respuesta de Lama Ole:

Si es una ira que crece gradualmente y puedes sentirla físicamente, entonces cava en el jardín. Si se trata, en cambio, de un temperamento violento, entonces piensa: “Ahora me convertiré en un tronco de árbol” o simplemente imagina a Karmapa sobre tu cabeza, déjalo caer en tu corazón e irradiar desde allí.

Si consigues tener suficiente espacio en la mente para reconocer las cosas antes de que lleguen, entonces puedes trabajar con ellas. Ya no eres el objetivo, puedes verlo todo de una manera más allá de lo personal. Entonces, también sabes que todos los seres quieren tener la felicidad y evitar el sufrimiento, pero no saben lo que realmente está sucediendo. La gente no puede evitarlo. No hay nadie que no quiera ser feliz y evitar el sufrimiento. Pero la gente está tan confundida, que casi siempre agarra las ortigas en vez de las flores. Creen que pueden crear una ventaja para sí mismos dañando a alguien. Pero eso es imposible, tarde o temprano las dificultades siempre regresan a uno. Todo es causa y efecto. Y si tienes una conexión con algunas personas difíciles, piensa: “Debo haberles hecho algo anteriormente. Ahora voy a dejar caer la pelota, porque si la lanzo de nuevo, podría regresar a mí en la próxima vida. Más bien, voy a apartar la pelota y no la recogeré. Así, ya no le deberé nada a esa gente. Adiós, buena suerte”. Sería inteligente pensar de esta manera.

Lo más estúpido que uno puede hacer es tomarse en serio los viajes personales, creer que son reales, y por consiguiente, aferrarse a ellos.

¿Cuál es la diferencia entre la ira y la decepción?

Respuesta de Lama Ole:

La ira es el deseo de dañar a los demás. La decepción significa lamentar que no se pudieran haber aprovechado grandes posibilidades. Si, por ejemplo, una gran oportunidad pasa de largo o si a los amigos no les va bien, entonces aparece un profundo sentimiento de pesar. Si las oportunidades perdidas lo afectan a uno fuertemente, hay que tener cuidado de que el sentimiento no degenere en ira.

¿Es verdad que la ira es la peor de todas las emociones perturbadoras?

Respuesta de Lama Ole:

La ira es el mayor enemigo de nuestro desarrollo. Si uno está enojado, destruye todo: la alegría, los buenos sentimientos, todo.

La ira es, en realidad, una confesión de debilidad. Al menos, así es como lo vemos en Escandinavia, mi hogar. Si te enojas, ya has fracasado. Significa que no pudiste manejar la situación.

¡Pero esto no significa que uno no deba actuar enérgicamente! La acción poderosa es importante, pero uno no debe estar enojado en el proceso. Uno puede hacer todo tipo de cosas, siempre y cuando la motivación sea la de traer al mundo la menor cantidad posible de sufrimiento. Con esta motivación, uno incluso puede convertirse en soldado, siendo budista. Yo también tomaría medidas drásticas si alguien interfiere con una buena causa, pero lo haría sin ira. Todo consiste en la sensación que uno tiene al hacer algo. Un médico que no opera a un paciente porque la cirugía será dolorosa, no es un buen médico.

¿Cómo podemos trabajar con la ira en el Camino del Diamante?

Respuesta de Lama Ole:

Muchas personas tienen dificultades con la ira y otras emociones perturbadoras. Hay tres tipos básicos de personas: los que son más propensos a la confusión, los más propensos a la ira y los más propensos a la codicia. Uno puede trabajar con los tres tipos en tres niveles distintos.

En el caso de la ira, en el nivel externo, podemos tratar de convertirla en compasión. Podemos desearles felicidad a los demás, sobre todo cuando vemos que experimentan muchas situaciones que les causan dificultades. En el nivel interno, uno trabaja con la meditación. Aquí invertimos mucho tiempo en la fase de construcción de la meditación; y la fase de disolución –en la que el Buda se disuelve en luz y se funde en nosotros– la hacemos muy corta. En el tercer nivel del Camino del Diamante (Mahamudra para nosotros o Maha Ati para los Nyingmas), uno ya no pone más energía en la emoción. Uno puede dejar entrar la ira, como un ladrón que entra a una casa vacía. Él puede recorrer el lugar, mirar dentro de los cajones y debajo de la alfombra, pero encontrará que todo está vacío. No recibe ninguna energía. Y luego, cuando desaparezca, ya no volverá tan fácilmente. Uno también puede recordar la canción sobre Lili Marleen: “Todo pasa, todo se terminará en algún momento”.

Si observas la causa y el efecto de la ira, puedes ver que soportarla en silencio o dejarla salir, no son la mejor ayuda para enfrentarla. Solo deberías actuar cuando ya no estés enojado. La ira confunde, cometes muchos errores cuando estás enojado. Actúas como si estuvieras bajo la influencia del alcohol: tienes los ojos enrojecidos, dices cosas extrañas y rompes las cosas con las manos. No puedes conducir bien un automóvil y puedes lastimarte fácilmente. La intoxicación por adrenalina causa el mismo resultado. Sin ira, puedes actuar mucho mejor en cualquier situación, y también llegarás a la raíz de un problema más fácilmente.

Debes saber que la ira no es nuestra amiga. La ira puede dar calor, pero es como quemar dinero en lugar de usar carbón o aceite. En muy poco tiempo, la ira quema muchas buenas impresiones que se han acumulado en la mente. Quema toda la alegría que podría haberte llevado a un mayor desarrollo. Tan pronto identifiques a la ira como tu enemiga, debes atraparla y vencerla.

La ira es una verdadera debilidad. Nos da una sensación de fortaleza, pero en realidad nos hace daño. Cuando uno está seguro de esto y realmente ha entendido que “la ira no es mi amiga, no me ayuda, solo me daña”, entonces puede eliminar esta emoción. Para este tipo de trabajo, hay un método de tres niveles:

1. Dale menos comida al tigre para evitar que se fortalezca. La ira solo vive de la energía que pones en ella. Ten cuidado con las situaciones en las que siempre te arroja al agua.

2. Observa de cerca cómo funciona el tigre, cómo avanza y retrocede mostrando los dientes y volteando los ojos. Observa con precisión cómo funciona, cómo es la emoción.

3. Luego, monta al tigre. Cuando ya lo conozcas bien, usa su poder como energía pura para todas las tareas que tengas frente a tu nariz.

Primer nivel: Evitar.

Mientras no te sientas fuerte, te aconsejo evitar las situaciones que te afecten demasiado y en las que no tengas ningún control. Esto es mejor que avergonzarte en frente de tus amigos o destruir amistades. No es un acto de cobardía apartarse de las dificultades y problemas, si sabes que sueles enojarte mucho en esas situaciones. Es mejor dar un paseo al aire libre; eso es mucho más sano. Normalmente, no es muy fácil evitar la ira, porque precisamente nuestro enojo se debe a que nosotros mismos tenemos dificultades. Si no tenemos ira, nada puede desencadenarla. Pero si tenemos la vibración de este sentimiento en nosotros, se puede activar. Para no tener que evitar tales situaciones todo el tiempo, puedes aprender a adquirir distancia interna. Así es como nos volvemos más fuertes y capaces de hacer más en el segundo nivel.

Segundo nivel: Desarrollar compasión.

Si siempre te encuentras en situaciones donde la ira surge una y otra vez, puedes dar vuelta a la negatividad y transformar la ira en compasión.

Para obtener un poco de distancia interna, puedes decirte: “La ira no estaba allí antes, no estará allí después, y si respondo a ella ahora solo habrá sufrimiento”. O uno construye una barrera protectora al experimentar la situación como si estuviera en un sueño. Esto significa simplemente observar todo como si fuera una película. Observa cada escena y usa la técnica del salami: córtalas en secuencias individuales. Con esta técnica, podrás actuar donde –de otro modo– podrías haberte vuelto rígido o haber hecho algo ilógico. Por ejemplo, en una situación en la que alguien se te acerca con un cuchillo, o si alguien siempre habla mal de ti, puedes transformar tu reacción en compasión. Puedes pensar: “¡La gente tiene tantas dificultades! Me necesitan como chivo expiatorio porque ellos tienen un problema real. Y tienen que soportarse veinticuatro horas al día, mientras que yo solo tengo que pasar diez minutos con ellos”.

Tercer nivel: Transformar la ira en la sabiduría como un espejo.

Estás enojado, pero no actúas en consecuencia. Observas cómo aparece la ira en el espacio de la mente y cómo se disuelve nuevamente. Podrías pensar en arrojarle algunas tazas de café al otro en la cara o en dar un portazo, pero no lo haces. Simplemente te sientas allí, como el tronco de un árbol –como dicen los tibetanos– y ves cómo la sensación se disuelve. Percibes los sentimientos que vienen, cambian y se van. Eres consciente de lo que hay allí, pero no golpeas a nadie, ni gritas, ni buscas tu arma. Simplemente te sientas allí y observas cómo pasa.

Las emociones perturbadoras despiertan cada vez menos tu interés, hasta que un día simplemente se mantienen lejos. Experimentas el enojo como un mal programa de televisión: no tienes que verlo, ni tomarlo en serio. Entonces, la ira se marcha, como las olas que van y vienen en el océano; y cuando la ola –la emoción– regresa luego a la mente, habrá cambiado. De pronto, tendrás experiencias de completa claridad, de verdadera comprensión profunda y total entendimiento. Tales experiencias de estados más allá de lo personal, totalmente claros y como un espejo, aparecerán cada vez con más poder, hasta que seas capaz de mantener ese estado de sabiduría.

Esta es la transformación de la ira. Se denomina “sabiduría como un espejo” y aparece en todos aquellos que logran dejar que sus emociones se disuelvan en el espacio. Esto crea un efecto dominó: la ira transformada reduce el orgullo, derriba el apego, elimina los celos, y al final, incluso disuelve la ignorancia. Luego, todo es sabiduría.

Cuarto paso adicional: Aprender a usar las energías.

Si has pacificado la emoción perturbadora con el mantra de purificación de las cien sílabas o mediante la compasión, habrás recuperado el control, ya no explotarás. Puedes usar el momento posterior al paso de la ola más grande –cuando la energía misma todavía está allí, pero no puede seducirte para hacer algo negativo– para hacer lo que tienes pendiente en tu día a día. Cuando reconozcas tu enojo, orgullo, celos, etc., entonces lava el automóvil, limpia el baño, arregla la casa, cava en el jardín, ocúpate de las treinta llamadas telefónicas y las cincuenta cartas que te están esperando.

Tampoco tiene sentido convertir los sentimientos en dramas, buscando soluciones tales como golpear una almohada mientras imaginas que golpeas a alguien. En verdad, la mente es un animal de costumbres: se convierte en lo que ponemos en ella. Si expresamos nuestra ira, veremos que la próxima vez que aparezca, volverá con mayor fuerza Y después de un tiempo, todos nuestros amigos se habrán ido, porque a nadie le gusta la gente enojada. La ira crea malas vibraciones. No le des ningún poder, no pienses en ella. Más bien, ¡arrincónala hasta que muera sola y luego haz algo útil!

Las emociones perturbadoras son como nubes que pasan frente al sol. Al tratarlas como ondas en el agua que van y vienen, uno no tiene que tomárselas en serio; pero el agua que hay en ellas puede ser muy útil. En realidad, en el budismo, nuestra visión de las emociones perturbadoras es muy diferente de la de otras religiones. En el Camino del Diamante, vemos todas las emociones perturbadoras como materia prima para la iluminación.

¿Es verdad que la causa real de la ira es la ignorancia?

Respuesta de Lama Ole:

Sí, todo sufrimiento y dificultad surge de la ignorancia. Como no sabemos qué causa la felicidad y el sufrimiento, agarramos las ortigas en lugar de las flores; cometemos errores todo el tiempo. La religión local aquí [el cristianismo] tiene la opinión de que la ira surge del mal. Pero el Buda dice que su causa es la ignorancia.

La ignorancia básica es la incapacidad de la mente para reconocer la unidad entre el observador, lo que se observa y el acto de observar en sí mismo. En otras palabras, el sujeto, el objeto y la acción forman una totalidad y se condicionan entre sí. La mente no iluminada es incapaz de reconocer esta unidad, tal como el ojo puede ver hacia afuera, pero no puede verse a sí mismo.

Si no reconocemos esta unidad, todo lo que está sucediendo en el espacio de la mente se fragmenta en un “yo” y un “tú”. Debido a la tensión entre “yo” y “tú”, aparecen gustos y disgustos.

Aparecen emociones más complicadas como el orgullo, los celos y la confusión, y uno las considera reales, a pesar de que cambian constantemente. Uno hace una cosa, piensa otra e incluso dice una tercera cosa. Esto trae resultados y crea hábitos que luego vuelven a uno mismo. Así es como la ignorancia se convierte en la causa de la ira.

¿Cómo surge la ira?

Respuesta de Lama Ole:

Si uno está completamente dentro del flujo de las cosas, entonces la ira no surge. La condición previa para la ira, es una separación en la mente: “Yo estoy aquí y algo está sucediendo allí”.

Si no creas esta separación, entonces puedes disfrutar de todo. Compartes una totalidad, todo fluye. Pero si empiezas a pensar: “Yo estoy aquí y ellos están allá”, y así, entonces las cosas se ponen raras. A partir de ese momento, la ira puede desarrollarse.

También existe la ira idealista. Aparece cuando uno piensa que las cosas deberían ser diferentes a como realmente son. A mí también me preocupan algunas de esas cosas, por ejemplo, lo que las personas en África o en el mundo islámico se están haciendo entre ellas. Pero si uno, en cambio, tiene compasión y espera que tal vez esas personas puedan resolver sus dificultades en un futuro cercano, entonces uno es inteligente. Uno puede transformar la ira en compasión. Eso es bueno y no cuesta nada. La ira, por otro lado, cuesta mucho.

Hasta la pubertad, uno experimenta la continuación de su vida anterior. Desde el momento en que inicia la pubertad –cuando se enciende el gran motor de la sexualidad, y la ilusión y los hábitos del ego se fortalecen– uno crea su nueva vida. Más tarde –a partir de los sesenta años aproximadamente– los rostros de las personas muestran lo que han hecho con sus vidas, si sus acciones fueron predominantemente beneficiosas o perjudiciales. Entonces, es una lástima ver que alguien luce como tres días de clima lluvioso. Uno puede ver realmente cómo la ira y los malos sentimientos se vuelven más y más fuertes. Pero alguien que tiene muchos buenos sentimientos y hace buenos deseos por los demás, se ve realmente bien incluso al final de su vida. Es importante estar vigilantes aquí.

¿Qué es exactamente la ira?

Respuesta de Lama Ole:

La ira es el deseo de dañar a otro ser. Las condiciones para la verdadera ira son:

–Sé que eres un ser humano.
–No me gustas y quiero hacerte daño.
–Lo hago o hago que alguien lo haga.
–Y después estoy satisfecho con ello.

Esta es la verdadera ira. Explotar y cometer un error es una reacción muy común, pero la clara intención de querer dañar a alguien no está presente.

La mayoría de las personas se dejan provocar por algo y luego actúan sin pensarlo, pero no con la intención consciente de dañar a otros.

Cuando entendí que todas las cosas son compuestas, y por lo tanto transitorias, perdí el interés en todo. ¿Cómo puedo experimentar nuevamente el mundo como lleno de infinitas posibilidades?

Respuesta de Lama Ole:

Cuando uno experimenta las cosas como transitorias, esto a menudo conlleva una pérdida de interés y emoción. Y entonces la pregunta es: ¿Qué viene después de que nuestro apego a las cosas haya aflojado y ya no nos mueva? ¿Cómo puede uno continuar a partir de allí?

Yo personalmente siempre estoy interesado en la siguiente imagen, en el despliegue de cada situación en un espacio aún más amplio, con cada vez más posibilidades. Es importante que incluso mientras algo esté sucediendo, ya estés con lo siguiente, luego con lo siguiente, para que la satisfacción nunca termine.

Entonces, no intentes conservar algo hasta el punto de quedarte sentado allí sin saber cómo llevarlo más lejos, sino que pasa de una experiencia a la siguiente cuando alcances el tope.

¡Y recuerda que el más alto gozo es la más alta verdad! Trata de sentirte en casa donde estén la felicidad más alta, el significado más alto, la satisfacción más alta, la conciencia más alta, la experiencia más alta, y así. Intenta ver desde el principio todo lo que trae dolor, limitaciones y dificultades, como errores de funcionamiento. La naturaleza de todos los seres es siempre la de Buda. La luz clara de la mente es la misma en todas partes.

Uno está equivocado mientras no reconozca esto. Uno corre tras sus impresiones internas y externas y queda atrapado en un ciclo eterno. Desarrollamos compasión si podemos ver esta situación tal como es, sin ningún tipo de adherencia ni recubrimiento de azúcar. De hecho, se puede decir que nuestra experiencia general es sufrimiento en comparación con el gozo de la iluminación.

Si intentamos ver todo como puro, ¿no podríamos perdernos en ilusiones y superficialidad?

Respuesta de Lama Ole:

Sí, de hecho, eso puede suceder. Durante algún tiempo en Katmandú, tuvimos personas que aportaron muchas de sus propias fantasías. Dijeron: “Todo es puro”, y luego comieron algunas cosas que no les hicieron ningún bien. El punto es que –si queremos algo con una fuerza desmedida– estamos fuera de nuestro centro, y por lo tanto, podemos cometer errores. Uno tiene que saber que en el nivel más alto todos los seres son budas, pero como ellos aún no lo saben, cometen muchos errores. Es cuestión de mantener la verdad última y la verdad condicionada al mismo tiempo.

Las personas cometen el error de confundir el camino con la meta, de mezclar la verdad condicionada con la verdad última. Y eso normalmente sucede cuando las personas están bajo presión emocional, cuando simplemente quieren ver algo en particular o cuando tienen que protegerse de una experiencia que sería muy dolorosa. Por eso yo digo que la visión pura debe desarrollarse a partir de un entendimiento maduro, y no a causa de que uno esté escapando u ocultándose de las cosas.

Uno debería pensar: “Todo el mundo es un buda. Veamos quién lo descubrió ya y quién no”. Esto significa que nos lo tomamos con calma y que no hay presión. El camino más fácil aquí es mirarse en el espejo y chequear: “¿Qué tan importante es para mí que esta situación se manifieste de esta o de esa manera?” Esto juega un papel especialmente importante en los asuntos del amor. Quizás al principio, enamorarse solo es posible si uno proyecta una imagen hermosa a la otra persona. Al principio, tal vez haya ciertas hormonas que hagan parecer a la otra persona como especialmente deseable. Y luego, más tarde, descubres si realmente hay algo detrás de esto, si hay un vínculo o si fue solo una breve atracción.

Y allí, es importante observarse de cerca a uno mismo: “¿Sólo quiero ver eso o realmente lo estoy viendo?” Si uno no está tratando de ver algo, pero de todas formas lo ve, entonces no cometerá errores. Así que debemos actuar siempre desde nuestro centro. Estamos centrados mientras permanezcamos firmes, sin tener que probar o pedir disculpas por nada.

¿Cómo experimentas una situación desagradable en el nivel más alto, por ejemplo, si estás atrapado en el esmog y no puedes respirar bien?

Respuesta de Lama Ole:

Entonces me doy cuenta de la incapacidad de respirar por un momento e imagino cómo todas esas moléculas de plomo encuentran su camino a través de mi torrente sanguíneo, a dónde irán luego, y así. Por supuesto, trato de abandonar el lugar, pero no es una tragedia.

Todos envejeceremos, enfermaremos y moriremos. La pregunta es si creas de esto un problema o no; aquí puedes decidir. También puedes disfrutar conteniendo la respiración. En lugar de experimentar la respiración en la garganta, la experimentas en el tórax, y luego viene la presión en los ojos. Es posible convertir todo lo que sucede en una fiesta en la mente. De la misma manera que uno celebra a una hermosa dama, la mente puede celebrarse a sí misma. Y de nuevo, se trata de hacer dos cosas al mismo tiempo: por un lado, uno mantiene el momento fresco de experimentar lo que esté pasando; y por el otro, considera lo que es valioso y lo que no, cómo lograr vivir un poco más y cuidarse mejor.

También recuerda que nadie querrá escucharte si estás atrapado en demasiados dramas y tragedias. La visión alegre es mejor, donde la gente dice: “Ah, aquí puede haber posibilidades” y “aquí podemos hacer algo”. La forma en que actúas influirá en las personas. Si puedes hacer algo ingenioso, alegre y significativo, la gente te escuchará. Siempre debes estar de buen humor.

Si dejas de sentir la naturaleza búdica de las personas, si no sientes su potencial, te volverás solitario. Trata de pensar en cambio: “Bien, cometimos un pequeño error allí, quizás podamos arreglarlo de esta o aquella manera”, y brinda tu excedente. Así, estás en una buena posición.

¿Cómo podemos mantener el nivel de desarrollo que hemos alcanzado?

Respuesta de Lama Ole:

En el nivel de causa y efecto, simplemente decidimos no matar más, no abusar sexualmente de otros, no robar, no mentir, no “emborracharnos como estúpidos”, y así. Descubrimos dónde cometimos errores en el pasado y nos decimos a nosotros: “Ya no voy a hacer eso”.

En el segundo nivel, que es más psicológico, es donde son tratados los sentimientos perturbadores. Aquí intentamos eliminar nuestra ira, apego, celos, orgullo y confusión. Reconocemos que esos sentimientos no traen ningún beneficio, sino que son muy destructivos.

El tercer nivel tiene que ver con la comprensión profunda. Es cuestión de saber que un nivel más alto de alegría significa un nivel más alto de verdad, y que la iluminación es el despliegue completo de la mente. Este es un estado completo, reposa en sí mismo y está más allá de la esperanza y el miedo. No podemos atrapar o producir este estado mental, solamente podemos darle espacio para que aparezca.

Hay una buena broma sobre esto. La iluminación es como conocer a una hermosa dama. Si la persigues, llamará a la policía. En su lugar, debes estacionar tu Porsche frente a su puerta, poner tu chequera encima y esperar a que ella venga. Así que podemos crear las condiciones externas para la iluminación, pero no podemos atraparla.

¿No estamos reprimiendo nuestros sentimientos perturbadores si tratamos de mantener una visión pura en todo momento?

Respuesta de Lama Ole:

Mantener la visión pura hace que los sentimientos perturbadores mueran de hambre. Deliberadamente, no los tomamos en serio ni los percibimos como reales, porque sabemos que el espejo detrás de las imágenes es superior a cualquier imagen que pueda existir; que el experimentador –nuestra propia mente– es mucho más emocionante que cualquier cosa que se experimente. La experiencia en sí no es distorsionada por esta visión; al contrario, uno ve más las cosas como son. Uno elige ver solamente lo que es real y le quita energía a lo que no es real.

Por lo tanto, si un sentimiento perturbador significa un nivel de verdad inferior al de un sentimiento de felicidad, simplemente eres inteligente si diriges tu conciencia y energía hacia la felicidad y la verdad, en lugar de prestar atención a aquello de lo cual – al fin y al cabo– no se puede esperar nada bueno. Yo diría que esto no es reprimir sentimientos perturbadores, sino simplemente ser inteligente.

A veces llamamos “mandala” al grupo de personas que están activas en el centro budista. ¿Qué significa esto?

Respuesta de Lama Ole:

Los mandalas son campos de poder iluminados autosurgidos. Este término también se usa para las personas que pertenecen a este campo de poder al sintonizarse con un principio iluminado. En lo que respecta a los grupos que están conectados conmigo, funciona así: mientras seamos amigos, seamos sinceros y confiemos el uno en el otro, todo lo que suceda en los centros, expresará el círculo completo de protección de Karmapa.

Es importante que estos mandalas vayan más allá de lo personal. Como dice el refrán danés: “los cementerios están llenos de personas irremplazables”. Sin embargo, a menudo uno puede pensar: “todo depende de mí y nada funcionará sin mí”. Tan pronto como alguien se va, algo dentro del campo de poder cambia y otros se hacen cargo de ese trabajo. Nuevos aspectos aparecen y tal vez todo funcione incluso mejor que antes.

Mucha gente piensa que quienes están activos en los centros son completamente altruistas, que se sacrifican y solo trabajan para otros. Estas personas se abstienen de involucrarse demasiado en el centro porque temen no tener suficiente tiempo para su propia práctica. Pero en realidad, uno también hace un trabajo en el centro para uno mismo. Si logramos ser un buen ejemplo en todo momento y no aflojamos cuando las personas vienen a escuchar algo, experimentaremos un verdadero crecimiento espiritual. Después de un largo y duro día de trabajo, cuando estamos a punto de darnos una palmadita en la espalda, aparecen de nuevo allí personas, con su tío que no ha entendido nada sobre las enseñanzas. Esto simplemente continúa así, hasta que un día nos olvidamos de darnos una palmadita en la espalda y el ego muere miserablemente de inanición. Entonces todo es divertido, todo lo que sucede es significativo y experimentamos todo como un regalo. Es ahí donde queremos estar.

Es un pequeño secreto: uno hace el trabajo para otros, pero el que hace el trabajo es quien más se beneficia.

¿Los hombres y las mujeres son considerados iguales en el budismo?

Respuesta de Lama Ole:

En el budismo tibetano, sí, pero hay tres niveles diferentes en el budismo:

1) En el budismo Theravada, el principio masculino se considera más elevado que el femenino. Se dice que en el último paso hacia la iluminación, uno debe tomar renacimiento como hombre. Las mujeres son vistas más como distracciones peligrosas para los monjes.

2) En el budismo Mahayana, se dice que la mente masculina es más fuerte. Pero incluso aquí, los hombres y las mujeres están más o menos en el mismo nivel.

3) Y en el budismo del Camino del Diamante, los principios masculino y femenino son igualmente importantes. El hombre o la mujer por sí solos, son muy poco. El punto es que aprendemos el uno del otro; nos complementamos el uno al otro. En el nivel interno, lo femenino es sabiduría y lo masculino es actividad. Y en el nivel secreto, lo femenino es espacio y lo masculino es gozo. En el budismo del Camino del Diamante, uno no puede decir “mejor” o “peor”. Es cuestión de realizar ambos y unirlos.

Por eso en el nivel más alto de iluminación, el Maha-Annuttara Yoga Tantra, solo hay budas masculinos y femeninos en unión.