Respuesta de Lama Ole:
Los daneses somos famosos por nunca haber tenido un gobierno fuerte o personas realmente grandes o famosas, porque siempre que alguien se hizo muy grande, todos comenzaron a reírse de ellos. Esa gran carcajada aplana todo y las personas mas talentosas tuvieron que dejar el país en algún punto. No estoy hablando de mí, me gusta estar en Dinamarca…
En algún punto, decidí de forma totalmente abrupta que hay dos formas de espiritualidad. Hay personas que pueden manejar sus vidas, que se encargan de lo que es necesario y casi todo funciona como debería ser. Un día, descubren que trabajar en una fábrica de margarina por cuarenta años, jubilarse con un bonito discurso y ser enterrado 10 años después con un discurso aún más bonito, no puede ser todo lo que una vida humana tiene para ofrecer. Y entonces, con base en una vida práctica, empiezan a desarrollar habilidades y cualidades más profundas. Lo que estas personas experimentan –personas que tienen control de su vida, que permanecen allí fuertes, que no tienen nada que probar ni de lo cual excusarse– en eso puedes confiar. Puedes creer en lo que estas personas dicen.
Luego está el otro tipo de personas “espirituales”. Siempre que tienen que afrontar un reto, meten sus cabezas y no hacen nada. No lo pueden manejar; no lo pueden hacer; no tienen el coraje ni la resistencia. Y entonces se retiran del mundo y crean su propio universo dulce que nadie más puede examinar realmente. No confío en absoluto en lo que ellos experimentan.
Realmente me fijo en lo que las personas logran, como se sostienen así mismas, y si uno puede contar con ellos. Si pienso que ellos se respetan así mismos, que hacen lo que dicen, y están por encima de los juegos infantiles, entonces confío en lo que dicen.
Pero si las personas huyen de los retos del mundo, me mantengo lejos de ellos. Si las personas son muy santas y no usan la ironía consigo mismos, si son incapaces de reírse de sí mismos y son de alguna manera poco claros y dulces; si las cosas no se entienden completamente y no se expresan claramente, entonces todo mi cabello se pone de punta y pienso: “¡Sal de ahí!” Porque lo considero poco saludable.