Respuesta de Lama Ole:
Yo diría que la manera más fácil, es evitar situaciones en las que generalmente caes al agua. Si te sientes más fuerte después de pasar un tiempo evitando algo, podrás ver la situación con más humor; puedes reírte de ella y verla desde un nivel más allá de lo personal.
Además, si comienzas a mantener una distancia mayor, podrás “dejar que el ladrón entre a una casa vacía”. Esto simplemente significa no poner energía en una sensación de impaciencia o agitación. En cambio, observa cómo la sensación corre de aquí para allá e intenta provocarte, pero tú no haces nada. Entonces, puedes usar la energía de esas sensaciones para lavar los platos, limpiar el automóvil o cavar en el jardín.
Entonces, para empezar, evita las situaciones en las que te impacientas. Cuando seas más fuerte y tengas más distancia, te darás cuenta de que la situación es como un sueño y podrás observar los sentimientos sin reaccionar a ellos.
Pero la paciencia tiene que aprenderse, y no significa simplemente aguantar y reaccionar al momento siguiente. Uno podría sentarse allí como un gato, esperando durante horas a que pase un ratón, para finalmente abalanzarse sobre él. ¡Eso no es paciencia! Es importante crear espacio para uno mismo, para poder ver la situación desde la distancia. De esta manera, puede darse una transformación, si uno quiere trabajar en esto. Durante este proceso, uno puede madurar de forma que cada vez surjan más espacio y libertad. Uno desarrolla más opciones para manejar las dificultades y ya no experimenta bloqueos u obstáculos absolutos.