Respuesta de Lama Ole:
Nuevas ideas vienen a mi mente todo el tiempo para esto. En este momento, creo que el método más significativo es considerar las emociones perturbadoras como productos a medio terminar. Si algo en el horno aún está ardiendo, si está sucio o estropeado, no lo saques todavía. En vez de esto, espera a tener un producto completamente pulido y cromado.
Podemos tratar las emociones perturbadoras de la misma manera. Nos damos cuenta de que la ira es la etapa preliminar para la experiencia de la sabiduría como un espejo. ¿Por qué debemos renunciar a esta experiencia radiante y complacer a la ira? Eso sería realmente estúpido. Es mejor esperar hasta que las bayas estén maduras, de lo contrario, te dan dolor de estómago. Si realmente sabemos que cada emoción perturbadora es el precursor de un estado iluminado, entonces solo esperamos hasta que la fruta esté madura, en lugar de recogerla antes.
Entonces, si estás enojado, puedes pensar: “Tan pronto como termine, seré extremadamente lúcido, por lo que ahora seré paciente”. Y si estás orgulloso, piensas: “Muy pronto veré el mundo como extremadamente rico”. Así, no actuarás de una manera enojada ni orgullosa. Si el apego es fuerte, entonces di: “Pronto podré distinguir todo claramente, así que no lo estropearé actuando ahora”. O con los celos, puedes pensar: “Pronto podré reconocer muchas conexiones con el pasado y el futuro, así que no me rendiré ante la emoción ahora haciendo una escena”. Si te sientes estúpido, no te lo tomes en serio diciendo: “Nunca aprenderé nada”. En vez de esto, espera hasta que las nubes de la confusión se disuelvan de nuevo, y luego brillarás más fuerte que nunca.
De esta manera, todo se complementa con todo lo demás, y hay mucho desarrollo. Uno tiene que darse cuenta de que cada emoción es un tipo de sabiduría en su verdadera naturaleza, y luego esperar hasta que esta sabiduría se manifieste.