Respuesta de Lama Ole:
Tan solo deberíamos explicarles a las personas que consumen drogas que, aunque se sientan mejor subjetivamente, desde un punto de vista objetivo funcionan peor. Las drogas disminuyen nuestra capacidad de pensar de forma crítica. Aunque objetivamente las capacidades continúan disminuyendo y tienen menos logros académicos, laborales y en la vida, creen que están bien y que se están volviendo cada vez mejores, porque su capacidad de pensamiento crítico disminuye rápidamente.
El ego evita las situaciones en las que podrían haberse desarrollado. Uno siempre puede señalar los hechos de forma muy clara: los exámenes que no aprobaron, el trabajo que no hicieron, las situaciones personales que no pudieron manejar, y así sucesivamente. Tal vez se sientan bien, pero están en su propio sueño. Visto objetivamente, la vida no está yendo particularmente bien para ellos. De hecho, uno solo puede ayudar a quienes consumen drogas una vez que ellos han descubierto que su vida se está yendo por el drenaje.
La razón por la que no permitimos consumidores de drogas en nuestros centros, es porque simplemente es una pérdida de tiempo; tú no estarás hablando con ellos si no con las drogas. Si viene un consumidor de heroína, estará sentimental; si viene un adicto a la cocaína, será brusco y querrá chequearlo todo. Si viene alguien que tomó éxtasis, no entenderá nada. Una persona que tomó anfetaminas, dará tres vueltas alrededor de la mesa y se marchará de nuevo. Un fumador de marihuana se sentará y tendrá muchas emociones, pero a la mañana siguiente no recordará nada.
Como la vida es tan corta y el tiempo es tan escaso, podemos decirles: “Gracias por venir y gracias por irte. Vuelve mañana, cuando puedas entender lo que estamos diciendo”.