¿Cómo deberíamos reaccionar cuando nos provocan?

Respuesta de Lama Ole:

Siempre es un signo de fortaleza si puedes ser bondadoso. Los perros pequeños tienen que ladrar, pero los perros grandes no necesitan hacerlo, todos saben que son fuertes. También es así con nosotros. La práctica del protector nos ayuda a fortalecernos, y en situaciones críticas podemos mantenernos tranquilos y ser amables. De eso se trata.

Así es como puedes reconocer tu propio desarrollo ¿Cuánto espacio tienes? ¿Cómo percibes lo que hace la gente? En lugar de sentirte atacado, simplemente piensas: “¿Por qué hacen eso? ¿Por qué saltan de arriba a abajo, voltean los ojos y hacen ruidos raros? ¿Por qué diablos actuarían así?”

Lo que te digo aquí conlleva una gran responsabilidad. Esto también es parte de la Promesa del Bodhisattva. La forma más rápida de desarrollarse es actuar siempre de la manera más noble posible. Trata de comportarte como un bodhisattva, incluso cuando no puedas detener los hábitos de tu habla y te escuches a ti mismo decir algo que sabes que no deberías decir; o cuando no puedas controlar tu mente y te encuentres en un rincón donde no quieres estar; o cuando no puedas controlar tu cuerpo y hagas cosas que sabes que irritarán en extremo a otros.

Pero incluso si no puedes detenerte, debes al menos intentar ver que esto está sucediendo entre budas. Uno puede sonreír un poco, hacer una broma sobre la escena que uno está haciendo para que no se vuelva demasiado seria y pesada, para que se abra un poco. Intenta ver la situación desde el nivel más alto posible. Simplemente decide que está sucediendo entre budas, que tiene sentido, que es buena la forma en la que se está desarrollando.

Esta es la esencia de todo lo que estoy hablando aquí. Las emociones perturbadoras y los hábitos estúpidos son fuertes, pero también son torpes. Podemos desarrollar más y más espacio alrededor de los hábitos para evitar un ataque emocional, o para simplemente dejarlo pasar. Hay muchas posibilidades. Comienza a repetir un mantra para crear una capa de aceite que haga que la emoción resbale, o de repente di “¡PEI!” internamente y luego concéntrate en otra cosa. Hay muchas formas de bloquear estos empaques emocionales y destrozarlos.

Es parte de la práctica del Camino del Diamante ver que estos viajes son un sueño, viejos restos de hábitos que uno no debe tomarse en serio. El noventa por ciento de todos los problemas son bastante estúpidos, pero son parte del proceso de crecimiento de las personas. Y si uno no está allí en el momento y no puede dar a otros lo que necesitan, entonces no se desarrollan.

Quizás su problema nos parezca estúpido si hemos meditado unos años más o hicimos más en la vida anterior, pero para ellos se siente muy real. Entonces tenemos que abordarlo y dar lo mejor de nosotros. Esto es difícil a veces si uno tiene prisa. En la vida laboral, no siempre tenemos que lidiar con el problema, pero en nuestras relaciones con otros como budistas, lo hacemos. Eso aplica para todos ustedes: en los centros, para los que viajan conmigo, etcétera.

De acuerdo, si la gente solo quiere armar problemas, mándalos lejos. Pero si tienen un problema real, tenemos que encargarnos de él y no creernos mejores. En lugar de eso, haz de cuenta que eres una matrona, que piensa: “Ah, un niño hermoso está llegando al mundo”.