Respuesta de Lama Ole:
Eso es básicamente cierto, siempre y cuando no hagamos nada realmente dañino. Si llevamos a cabo muchas acciones negativas en nuestra vida o si somos muy mezquinos con el dinero, es muy probable que renazcamos en África, Sudamérica o lugares como esos. Igualmente, si hemos sido codiciosos pero también generosos, podríamos renacer en Norteamérica o Europa. Pero los buenos lugares se están achicando, mientras que los malos están creciendo.
Es inteligente aprender a desarrollarnos. Y lo hermoso de la práctica budista es que no necesitamos cambiar o destruir nuestros deseos o apegos. Solo tenemos que aprender a cambiar de dirección toda la energía de nuestro deseo. En este momento, esta energía se enfoca en parejas atléticas, dinero y vacaciones. Ahora, solo necesitamos dirigirla hacia la liberación y la iluminación. El deseo es una fuerza muy positiva si uno sabe cómo transformar los apegos aferrados y limitantes en un deseo liberador e iluminado. No tienes que dormir al tigre, puedes montarlo. Amarras al tigre a la parte delantera de un arado y lo diriges en la dirección que quieres ir. En otras palabras, usamos el poder inherente a las emociones perturbadoras, aunque esto quizás no sea tan fácil.
En algunos casos, es útil relajarse y simplemente evitar las situaciones más difíciles con las que solemos enojarnos demasiado. Es sabio experimentar todo como un sueño. Piensa: “la emoción no estaba aquí hace cinco minutos y desaparecerá dentro de otros cinco minutos. Si me involucro con ella ahora, solo me meteré en problemas”. Pero lo más importante es hacer uso del poder y darle la vuelta. Esto es exactamente lo que hace un luchador: toma el poder de su enemigo y lo usa contra él.