Soy psicoterapeuta y usualmente les digo a las personas enojadas y bloqueadas que dejen salir su ira. ¿Aconsejarías no hacerlo en ningún caso?

Respuesta de Lama Ole:


Sostengo totalmente mi consejo de que no deberíamos hacer eso. La mente es una criatura de hábitos. Si te permites estar enojado una vez hoy, estarás enojado dos veces mañana. Y pasado mañana estarás solo, porque a nuestros semejantes no les gustan las personas enojadas.

Ya hemos creado toda una generación de solteros, porque todos se toman sus propios viajes y sentimientos muy en serio y piensan que son muy importantes y significativos. El consejo del Buda y el mío es tratar la ira como a un cliente completamente vergonzoso, desagradable y un poco pesado. No pongas ninguna energía en ello. Si la ira regresa, intenta nuevamente no poner ninguna energía en ella.

Es importante eliminar las condiciones que podrían causar ira. Siempre recuerda que la ira no estaba allí antes, no estará allí más tarde –y si la vives ahora– eso te llevará a sufrir mucho después.

No crees dramas, permanece impasible y pon una cara presentable. Luego elimina y deja ir las cosas internamente durante la meditación.

También es importante saber que el budismo comienza donde termina la psicología. Algunas personas que están en un camino budista necesitan un buen psicólogo, y eso está bien. Pero si has alcanzado un nivel en el que puedes respaldarte a ti mismo y tu visión del mundo, simplemente deja pasar las cosas sin poner energía en ellas.

Siempre pensé que era bastante bueno manifestar la propia ira de vez en cuando. ¿Tienes una opinión diferente sobre esto?

Respuesta de Lama Ole:


Boxeé durante cuatro años y puedo decirte esto: si quieres ganar, solo necesitas hacer enojar al oponente. Luego él se mueve como una máquina cosechadora a través del cuadrilátero y solo comete errores.

La ira es como una intoxicación por adrenalina. Obtienes los mismos signos externos, como ojos rojos, tus manos rompen cosas, y tu voz se vuelve ronca y poco clara. Sudas y experimentas la intoxicación por adrenalina causada por ti mismo. Por otro lado, cuando nos mantenemos tranquilos, hacemos exactamente lo que queremos y tenemos un control completo. Somos adultos cuando tenemos control sobre la vida, cuando podemos decidir participar en las comedias y alejarnos de las tragedias. Definitivamente consideraría la ira como un enemigo. Puede parecer poderoso si uno se para allí y frunce el ceño, pero es totalmente ineficaz y solo hace que uno cometa errores.

Si a uno le molesta mucho el comportamiento de otra persona, ¿cómo puede lidiar con eso sin enojarse?

Respuesta de Lama Ole:

Cuando la ira es provocada por los hábitos, entonces es importante ser consciente de lo que sucede allí. En términos generales, no estoy en contra de intervenir poderosamente cuando hay situaciones, ¡siempre y cuando al hacerlo no excluyas a las demás personas de tus buenos deseos!

No puedes trazar una línea diciendo: “la humanidad está ahí y yo estoy aquí”. En vez de esto, aporta algo positivo y trabaja con ello. Entonces seguirás avanzando. Por supuesto, si te sientes perturbado, debes mostrarlo, de lo contrario te volverás neurótico. Simplemente debes mostrarlo de una manera controlada y amigable.

Entonces, si hay algo que te molesta mucho –si ves, por ejemplo, que tu relación con tu novio está a punto de terminar porque siempre deja los calcetines sobre la mesa cuando están a punto de comer– recuerda que no lo hace para molestarte. Lo hace porque no aprendió nada diferente, tal vez porque lo criaron mal. Dile que eso te molesta y que daña la relación. Entonces, si cambia su hábito, es un acto de amor. Y si no lo cambia, entonces puedes usar la energía de tu ira para acumular toda la fuerza que necesites para poderte ir.

Pero a largo plazo, uno no debería volverse un mártir. El siguiente ejemplo ilustra esto: una pareja casada había vivido junta durante mucho tiempo y solían comer panecillos los domingos. El marido comía la mitad superior y su esposa la inferior. Pero siempre había algo sobre esto que les molestaba a ambos. Después de mucho tiempo, se dieron cuenta de que el hombre realmente quería comer la mitad inferior y la mujer la mitad superior.

No es bueno cuando uno es tan sensible, que no puede hablar con otros seres humanos. Es mejor encontrar una buena manera de comunicarse y mantenerse en contacto.

Tengo entendido que uno puede usar la violencia si es necesario, pero debería hacerlo sin enojo.

Respuesta de Lama Ole:

Sí, es correcto. Por ejemplo, si hay gente que está perturbando gravemente mis conferencias, a veces las saco personalmente. Mientras que uno no esté enojado, pero haga lo que es necesario, está completamente bien.

A veces es importante tomar medidas drásticas. Si solo tenemos haraganes, que no arriesgan nada, desvían la mirada y no asumen ninguna responsabilidad, nuestra cultura desaparecerá al cabo de un tiempo.

Si uno debe usar la violencia, debe hacerlo sin emociones. Más bien, es imperativo que se haga con compasión. Uno debe trabajar como un médico que sabe: “si no opero ahora, habrá más sufrimiento y más dificultades después”. El propósito debe ser beneficiar a los demás y finalmente ayudarlos en su camino.

Aquí hay un ejemplo divertido. Mi madre medía unos cinco pies de altura y pertenecía a la generación anterior a las vitaminas, pero también era profesora de educación física. Teníamos una casita de verano en Dinamarca, cerca de un prado donde los caballos solían pastar. Cuando era un niño de cinco años, una vez me quedé allí de espaldas a la cerca, perdido en mis pensamientos, acariciando un caballo que tenía su boca sobre mi hombro. Mi madre vio que el caballo –de repente– puso sus orejas planas; por algún motivo se tornó agresivo y mostró sus dientes. Mi madre saltó por encima de una cerca que era tan alta como ella y golpeó con su cabeza el vientre del caballo –con toda potencia– justo cuando me iba a morder. El caballo saltó casi un metro en el aire. Mi madre no tenía nada contra el caballo, pero quería que yo continuara viviendo con dos brazos.

En situaciones como esta, uno experimenta una dimensión completamente nueva, como si estuviese en cámara lenta. Uno actúa con mucha precisión, y la mayoría de las veces tiene éxito sin dañar demasiado al oponente.

¿Hay situaciones en las que uno tiene que actuar con una apariencia de enojo para crear algo bueno?

Respuesta de Lama Ole:

Si actúas con ira, el resultado no puede ser amor, paz y armonía. La ira es tóxica. Solamente cuando el ego no confía en sí mismo, piensa que tiene que actuar con ira.

Actúas mucho más efectivamente sin ira. Tus acciones son más fuertes y mejores cuando actúas por compasión. Entonces eres mucho más suave, ves exactamente lo que hay ahí y obtienes tu resultado. Exteriormente, puedes asumir una apariencia poderosa y enojada, pero interiormente no debes estar enojado.

Muchos jóvenes vienen a mí pidiendo un certificado que diga que, como budistas, no pueden convertirse en soldados. Yo no puedo apoyar esto; yo mismo fui soldado. Si no hay soldados, ¿quién protegerá nuestra sociedad y nuestra libertad? En realidad, tenemos nuestra libertad únicamente porque tenemos suficientes soldados. Puedes perfectamente ser budista y proteger a tu país. Simplemente, no debes estar enojado al hacerlo.

A veces me las arreglo bastante bien para combatir la ira, pero a menudo este sentimiento se convierte en una fuerte tristeza. ¿Qué significa eso?

Respuesta de Lama Ole:


Es una señal de que tienes fuertes purificaciones. Te metiste en esto con profundo interés y lleno de apertura. Caminaste el camino del Buda y has visto que hay sufrimiento, que el sufrimiento tiene causas, y que quizás haya un fin para el sufrimiento.

Estás muy interesado en llevar el sufrimiento a su fin. Y mientras más energía, apertura y confianza pongas en la práctica, también surgirán más desafíos. Se pueden dar incluso situaciones en las que uno pasa por todo tipo de cosas, y por lo tanto, no puede tener un contacto muy significativo con muchas personas. Por esta razón, tenemos retiros. Allí puedes arrojar todo sobre la mesa sin que nadie te critique constantemente. Puedes atravesar en silencio por muchos procesos internos. Lo mejor es hacer esto con el propio maestro o en un retiro grupal. Cuando la dificultad se va, entonces uno sale y puede ser sociable de nuevo.

Tienes cualidades y realmente has entendido que la mente no puede ser destruida. Todo lo difícil que sucede –que viene del interior– es una purificación. En esos casos, puedes estar seguro de tres cosas: no será demasiado, aprenderás algo de ello y siempre estarás deshaciéndote de algo.

Es importante que digas muchos mantras, muchos KARMAPA CHENNO y que te mantengas enfocado. También debes pensar en la vacuidad de las cosas: que todo surge, cambia y se disuelve; que las cosas no son tan reales como quieres que lo sean. Al ego también le gusta esconderse en el drama del proceso de purificación. Si meditas, los canales de energía se abrirán; pasarás por purificaciones, pero luego vuelve al trabajo. No te dejes absorber demasiado por el drama.

¿Cómo se transforman las emociones perturbadoras en las sabidurías búdicas? ¿Y qué significan estas sabidurías?

Respuesta de Lama Ole:

Cuando observamos las emociones perturbadoras, nuestra visión es muy importante: desde la perspectiva del águila, todo es sabiduría; desde la perspectiva del topo, todo es una emoción perturbadora. Solo unos pocos adoptan la visión del águila, mientras que la mayoría experimenta ira, celos, etcétera. Pero si uno no responde a las emociones, si solo deja que aparezcan en la mente y se disuelvan en ella, aparece una dimensión totalmente nueva; una experiencia completamente nueva, del mismo modo en que el polvo de carbón se transforma en diamantes.

Cuando la ira se disuelve, aparece la sabiduría como un espejo. Como un espejo que muestra todo tal como es. Uno ve las cosas y las reconoce precisamente por lo que son, sin necesidad de agregar ni quitar nada. Esta capacidad de ver claramente, se compara con la lucidez de un diamante.

En el caso del orgullo, uno tiene la oportunidad de transformar el orgullo excluyente, que dice “¡soy mejor que tú!”, en orgullo incluyente, que dice “¡todos somos geniales!” Y cuando el orgullo se disuelve en la mente, de pronto reconocemos que todo se compone de una gran cantidad de condiciones. Nada surge por sí mismo, todo es interdependiente. Esto se denomina “sabiduría igualadora”, porque todo adquiere el mismo sabor de riqueza –como joyas que brillan por sí mismas.

Me he dado cuenta de que cuando logro evitar la ira en un encuentro personal, luego aparecen leves sentimientos de arrogancia. Esto tampoco es bueno, ¿verdad?

Respuesta de Lama Ole:

Si eso te ayuda a evitar la ira, entonces está bien tener un sentimiento de arrogancia o cualquier otro sentimiento sustituto. Puedes tenerlo hasta que te canses, luego también se irá.

Trata a la ira como un veneno: simplemente debes dividirla en componentes menos peligrosos, y luego descomponerla aún más. Al final, puedes esparcirla en el suelo como fertilizante.

Se permite casi cualquier medio para evitar la ira. También te recomiendo que pienses: “Solo tengo que pasar diez minutos con él, en cambio él tiene que estar consigo mismo las veinticuatro horas del día, siete días a la semana”. Esto también es un poco arrogante –porque te pones por encima de alguien más– pero si te mantiene alejado de un arrebato de ira, entonces también ha sido útil.

Al final, uno simplemente observa y piensa: “¿Por qué él hace eso?” Uno ya no tiene ira y no puede entender a dónde se fue.

Mi hermano es muy agresivo y se mete en peleas todo el tiempo. ¿Hay alguna manera en que pueda ayudarlo?

Respuesta de Lama Ole:

Si él está dispuesto a decir un mantra, entonces unos cuantos millones de repeticiones de OM MANI PEME HUNG, serían buenas. Eso remueve mucha agresividad.

Yo perdí el interés en las peleas durante mi primera visita a un sauna nudista. De repente, vi allí cuánta piel desnuda puede herirse, cuán vulnerables son realmente las personas. Cuando salí del sauna, pensé: “Ahora los protegeré; no los golpearé más; cambiaré el programa.” ¡Y eso fue muy bueno!

En mi caso, no siento que la ira venga de adentro, sino que es plantada en mí desde afuera. ¿Es eso posible?

Respuesta de Lama Ole:

¡Si no tienes ira en ti mismo, no sentirás ira afuera! Te lo prometo: es una cuestión de anillo y gancho. Si no hay un anillo para que tu ira se enganche, verás al supuesto oponente como un animal extraño en un zoológico dando volteretas. No puede surgir ningún sentimiento de ira, solo piensas: “Qué extraño, ¿por qué actúa de una manera tan rara?”

Al meditar y eliminar la ira en ti mismo, te conviertes en un pato: todo lo que se vierte sobre ti, fluye por todos lados y no te mojas. A esto es a lo que apuntamos.

Puedes cubrir todo el mundo exterior con cuero para caminar cómodamente. Esto sería agradable, pero también implicaría mucho trabajo. O en su lugar, meditas, que es como ponerte zapatos. Entonces tienes tu propia pequeña pieza de cuero sobre la cual caminar, y así tampoco sientes dolor.

¿Es posible pensar que estamos enojados con alguien por cierta razón, pero que la verdadera razón radique en un problema de una vida anterior?

Respuesta de Lama Ole:

Sí, es muy posible que en una vida anterior alguien te haya quitado a tu pareja o te haya matado. Este podría ser su karma.

De hecho, esta es una de las razones por las que es tan difícil detener las guerras. Muchos seres se matan entre sí y se reencuentran en otra vida –en todo tipo de países– solo para matarse entre sí, una y otra vez. El único antídoto es que las personas en un área se vuelvan tan positivas, que las personas con mal karma ya no nazcan en esos países.

Si abandonamos completamente la ira, ¿no seremos ignorados por los demás y simplemente dejarán de tomarnos en serio?

Respuesta de Lama Ole:

Si detenemos la confrontación entre “esto o lo otro” y “tú o yo”, si dejamos de esperar y de temer, no significa que de repente nos convertimos en vegetales amigables, sentados por ahí, mirando a nuestros ombligos y diciendo “OM” cada hora.

Cuando uno ha removido las emociones perturbadoras, se vuelve realmente efectivo. Más allá de lo que pensamos, lo que queremos, lo que imaginamos –más allá de este nivel– se encuentran el gozo total, el poder, el amor, la energía completa de nuestra mente. Todo está allí, y solo cuando las emociones perturbadoras se han ido, pueden expresarse por completo.

No permitimos que hagan cualquier cosa con nosotros. No nos volvemos pasivos ni nos sentamos como un asceta que permite todo sin interferir. Cuando las emociones perturbadoras se han ido, entonces intervenimos. Nos convertimos en un “elefante loco”, como dijo Milarepa; hacemos exactamente lo que es necesario, sin expectativas ni miedo. Reaccionamos como una espada y cortamos donde es necesario.

Cuando cambias tu manera de pensar de “esto o lo otro” a un suave “esto y aquello”, entonces puedes trabajar con las energías y llevarlas a donde quieras. En lugar de detener al tigre, atas un arado a su cola. Tú lo diriges y entonces él ara todo el terreno que querías sembrar.

Yo mismo veo todo lo desagradable como una purificación y todo lo agradable como una bendición. Veo lo que perjudica a los seres, lo que causa sus problemas. Y con una motivación más allá de lo personal, intervengo y dejo que las cosas sucedan como quiero. Esto nos sucede a todos, tan pronto como nuestras expectativas y temores desaparecen. De repente, tienes mucha más fuerza que antes. Eres más efectivo y certero en lo que haces. Si estás seguro de que haces lo correcto, sin ego, entonces eres mucho más fuerte y persistente. Pero no debes enojarte en el proceso.

En muchas artes marciales, se dice que debes tener cuidado con la ira de un hombre paciente, porque él sabe lo que está haciendo. No ha desperdiciado su energía en cinco minutos de drama. Trabaja de manera enfocada en lo que quiere. Siempre asegúrate de que todo lo que hagas emerja de una conciencia simple y buena, de lo contrario pierdes credibilidad. Te quedas allí como un tonto y nadie puede tomarte en serio.

La forma de cambiar podría describirse así:

Al principio, por ejemplo, podrías ir a votar pensando: “¿Dónde obtendré la mayor cantidad de dinero?” o “¿Cómo puedo evitar límites de velocidad adicionales?” En el siguiente nivel, podrías pensar: “¿Qué beneficia a todos? ¿Qué les brinda más y más libertad y les permite a todos prosperar?” En el tercer nivel, sabes que lo que haces es correcto y simplemente haces lo que está delante de tu nariz. No hay más dudas. Estás más allá de lo personal; haces lo que es más útil.

Con una actitud budista, uno nunca se vuelve un “debilucho”. Sin embargo, ya interpretamos esto un poco de manera errónea. Los países budistas son generalmente fáciles de invadir y destruir. Cuando los atacan, no se defienden lo suficientemente bien. Esto aplica para los países gobernados en su mayoría por monjes. Cuando había más personas prácticas –laicos y yoguis– podían defenderse mejor.

Si uno piensa: “Todos tienen la naturaleza búdica; ellos son buenos y no necesitamos protegernos”, entonces el vecino –que podría haber sido solo un pequeño villano– se convierte en un gran villano, porque se le dio la oportunidad, ya que nadie le mostró sus límites para que aprendiera a comportarse bien.

¡Debemos ser fuertes y capaces de protegernos!

Aunque intento trabajar con mis emociones perturbadoras, algunas personas todavía me vuelven agresivo. ¿Qué debo hacer?

Respuesta de Lama Ole:

Sigue intentándolo hasta que la gente ya no te vuelva agresivo. Si tienes presente que a todas las personas –incluso a las que te hacen enojar– les espera la enfermedad, la vejez y la muerte, tu enojo se convertirá en compasión.

Mira a tu antagonista de esta manera: él nació, eso dolió, lloró, era tan pequeño y desprotegido. Durante su vida tuvo muchos deseos; algunos se cumplieron, otros no. Ahora mismo quiere muchas cosas que no puede conseguir. Quiere evitar muchas cosas que no puede evitar. Tal vez quiera evitarte, pero tú estás ahí de todos modos. Y constantemente tiene que cuidar de todo lo que posee.

Si has observado esto con detenimiento, te darás cuenta de que él está mal y tiene dificultades. Puedes desarrollar compasión y ver que este pobre tipo necesita tu ayuda, en lugar de una discusión. Entonces, puedes apartarte y dejar que golpee la pared. O lo detienes de una manera que sea desagradable para él. Pero cuando reacciones de esta manera, ¡nunca debe ser desde de la ira! Hay que tener en cuenta que si él desarrolla el hábito de comportarse mal, será muy difícil que vuelva a cambiar. Así que detenlo ahora.

Puedes manejar a las personas como quieras –impresionarlas, ser encantador y demás– siempre y cuando desees liberarlas. ¡Obsérvate! Con compasión y el deseo de ser útil para otros, puedes usar tu encanto. Y si estás libre de ira, puedes ser duro con los demás para ayudarlos.

Primero, mantén siempre la visión budista liberadora. Luego, cuando comiences a ver más claramente cómo viven las personas –qué desean y cuántas dificultades tienen en realidad– la aversión disminuirá constantemente y aumentarán tus deseos por su felicidad.

¿Cuál es la diferencia entre el odio y la ira?

Respuesta de Lama Ole:

La ira es algo recién salido de la máquina. Es odio cuando ha estado almacenado en la bodega por un tiempo.

La ira está ahí si reaccionas a algo. En el caso del odio, el recuerdo de experiencias desagradables ya está allí, y luego se activan los sentimientos negativos. El odio tiene raíces profundas y puede extenderse ampliamente. La ira es más una reacción a corto plazo y luego te olvidas de la situación.

El gradiente al interior de Europa también es interesante: cuanto más vas al sur, más rápido se enciende la ira; pero la gente allí también se deshace de ella rápidamente. En el norte de Europa, la ira aparece más lentamente, pero también permanece por más tiempo. Así que las reacciones emocionales al interior de Europa son un poco diferentes.

¿Existe un antídoto rápido que podamos aplicar si somos atrapados de repente por la ira?

Respuesta de Lama Ole:

El mejor antídoto contra la ira es estar preparado; haber trabajado en el tema antes de que algo suceda. Es bueno tener puesto el paracaídas antes de saltar por la ventana.

Si de repente nos sorprende la ira, lo mejor es imaginar al lama sobre nuestra cabeza, y luego –como un balde de agua que se está vaciando– su bendición fluye a través de nosotros y nos convertimos en él. Ese es el método más rápido.

En las diferentes fases de la meditación, aprendemos a ver cómo aparecen los sentimientos, tratan de atraparnos y luego se disuelven. Cuando uno ha visto esto lo suficiente durante la meditación, sin reaccionar ante ello, entonces tiene una distancia protectora para la vida ordinaria. Esa es una gran ventaja.