Respuesta de Lama Ole:
En 1972, cuando Hannah y yo fuimos más o menos los primeros en comenzar, también pensaba que tenía que hacer todo por todos. Lo intenté y caí rápidamente de bruces, porque cuando el sombrero no queda, simplemente no queda. Entretanto, bajé de mi gran caballo de querer ayudar a todos; ahora me quedo con los que pueden entender lo que estoy diciendo. Afortunadamente, no somos las únicas personas que hacen cosas por los demás. Entre los socialistas, cristianos, hindúes y otras escuelas budistas, también hay personas que están ahí para aquellos que no se sienten atraídos por mi forma de trabajar o nuestros grupos. No necesitamos atender a los enfermos mentales ni los casos de asistencia social, porque hay personas que están capacitadas y se les paga para hacerlo. Y estamos contentos con su buen trabajo.
También contribuimos a esto mediante el pago de nuestros impuestos –por ejemplo, con 80 centavos por litro de combustible que bombeamos y con el 19% de impuesto en todo lo que compramos–. Es por eso que no necesitamos hacer nada más que permanecer fieles a lo nuestro. Hacemos lo correcto y lo que nosotros mismos hemos entendido. Hay otros sombreros para otras cabezas, por lo que no necesitamos diluir nuestras enseñanzas ni hacerlas más simples. Simplemente no es nuestra responsabilidad ofrecer algo que se ajuste a todo el mundo. En su lugar, queremos transmitir lo que tenemos de una manera clara y sensata. Así, todos los que tengan cabeza o corazón para ello pueden entrar en contacto con una transmisión pura y enseñanzas claras.
Nos ocupamos de las personas que de otra manera no encontrarían nada en ningún otro lugar: personas que son demasiado críticas e independientes, y que piensan con demasiada claridad como para sentirse como en casa bajo la guía de un dios o en un sistema jerárquico. Les ofrecemos a estas personas un campo donde pueden crecer y aprender.