Respuesta de Lama Ole:
Si alguien realmente necesita golpearse la cabeza contra la pared, no tienes que estar siempre allí sosteniendo una almohada. En cambio, actúa como un torero, que grita “Olé” y deja que el toro se dé contra la pared. Antes de que los malos hábitos echen raíces muy profundas, la gente debería sentir rápidamente que las consecuencias duelen de verdad –que duelen tanto que el ego ya no puede seguirnos dorando la píldora–. Tal vez de esta manera se les ocurra cambiar algo.
Por supuesto, hay algunas cosas que no deben suceder. Por ejemplo, uno debe hacer todo lo posible por asegurarse de que alguien no se contagie de SIDA, ni lo pase a otros. No debemos permitir que nadie dañe con gravedad la salud de otros ¡pero está perfectamente bien si alguien acaba con la nariz sangrando a nivel personal! A menudo, tiene que doler mucho antes de que el ego esté dispuesto a ceder territorio.
Las enseñanzas del Buda son algo muy, muy precioso. Uno no debería correr tras las personas con ellas. Uno les hace saber que tiene las enseñanzas y ellos pueden correr por todos lados, hasta que descubran que las necesitan. Luego, podemos compartir con ellos lo que tenemos, pero nadie puede esperar que corramos tras ellos.