Cuando me atacan verbalmente, me siento impotente ante la ira. ¿Cómo puedo defenderme sin enojarme?

Respuesta de Lama Ole:

Rápidamente llevaría a la gente hasta terreno resbaladizo. Como en el Aikido: dale vuelta a la fuerza del oponente y derríbalo con ella. Le dices: “¿Qué fue eso? No te entendí. Dilo otra vez”. Y luego tienen que repetirlo, y tú dices: “Pero no puedes querer decir eso así, ahora… ¿cómo lo querías decir?” Y dices: “¿Por qué no preguntamos esto y lo otro acerca de eso?” Luego dile a una tercera persona: “Escucha, ella dijo tal y tal cosa, ¿qué piensas sobre eso? Ah, aquí viene el jefe –él también debería saber sobre esto, realmente–. Escucha, ella dijo esto, y yo creo esto y lo otro. ¿Quién crees que está en lo correcto?”

Saca todo fuera de proporción y luego ve al baño y fúmate un cigarrillo, mientras todos discuten lo que ella dijo y por qué lo dijo. Luego regresa y diles: “Muchas gracias, eso es lo que yo pienso también”. Y sigues haciendo lo que quieres. Si la gente es desagradable, llévalos hasta terreno resbaladizo, y haz la situación grande y vergonzosa, hasta que digan cosas buenas o nada en lo absoluto.

Por supuesto, también hay casos en los que uno sabe que uno actuó estúpidamente.  Si alguien se queja de eso, simplemente puedes decir: “Lo siento”. Eso es diferente. No se trata de ser resbaladizo como una anguila y evitar todas las críticas, porque entonces no aprenderás nada. Debes disculparte inmediatamente si has cometido un error. Pero si alguien trata de crear problemas porque sí, simplemente hazle parecer tan ridículo que no vuelva a hacerlo. Ese es mi consejo. La vida es corta y no tenemos tiempo para juegos de guardería. Simplemente no tenemos tiempo para eso.