Tienes muchos estudiantes. ¿Cómo te las arreglas para mantenerte en contacto con todos y qué papel desempeñan los centros budistas en esto?

Respuesta de Lama Ole:

En última instancia, no se trata de nada personal, sino de personas que crecen y se vuelven independientes. El punto es que la gente entienda que su mente es luz clara. Entonces se vuelven ausentes de temor, alegres y amorosos.

Hemos crecido mucho en los últimos años. Esto se debe principalmente a que muchos de mis estudiantes son ahora tan buenos, que puedo confiar completamente en ellos y enviarlos a enseñar por todo el mundo.

He fundado más de 600 centros y grupos alrededor del mundo, lo cual significa que ya no puedo visitarlos todos cada año. Por eso es muy importante que nuestros amigos en todas partes puedan echarnos una mano. Creo que lo que mis estudiantes y amigos logran en los centros es genial. Son verdaderos idealistas. Trabajamos con presupuestos mínimos y no tenemos donantes ricos ni poderosos. Mucho de lo que ingresa de los países más ricos va de inmediato a Rusia, Suramérica o Europa del Este, para construir algo allí. A nadie se le paga por su trabajo. Realmente todo es voluntario y todos hacen un muy, muy buen trabajo. Eso es realmente impresionante.

La razón por la que todos podemos mantener este vínculo y seguir siendo amigos, es porque aquí se trata del desarrollo humano, donde todos experimentan algo y se benefician. Es cuestión de sano sentido común. La idea es desarrollar un poco de humor, alegría, confianza, excedente, fuerza, y tener los métodos que hacen esto posible.

Es muy conmovedor que todo esto pueda suceder hoy en nuestra era materialista, que la gente trabaje toda la noche sin obtener nada por esto; darle forma a mi manuscrito o enviar cartas a quinientas personas cuando solo cincuenta responden. Y estoy muy contento y orgulloso de haber puesto a funcionar esta tropa. Te lo diré, realmente me siento bien con esto.