Respuesta de Lama Ole:
Como buen estudiante mío, deberías hacer lo que siempre haces: considerar todo lo placentero como una bendición que quieres compartir con todos los seres, y todo lo desagradable como una purificación y una enseñanza sobre cómo ayudar a otros. Lo que sea que suceda, descansamos en ello, lo disfrutamos y no nos hacemos ideas raras al respecto.
Luego, si aparece naturalmente, podemos expandirlo. Quizás conozcas los centros de energía en el cuerpo: cuatro dedos abajo del ombligo, en el ombligo, en el corazón, en la garganta y en la cabeza. Si percibimos energía en cualquier otro punto, atraemos esta energía hacia el corazón y desde ahí la irradiamos hacia todos los seres. Si traemos la experiencia al centro de nuestro pecho, al nivel del corazón, funciona de manera más completa.
Si tenemos muchos pensamientos en nuestra cabeza y no podemos calmarlos, bajamos todo hacia el corazón y desde ahí irradiamos. Si hay mucha energía en los chakras inferiores, también subimos esta energía hacia el corazón y la irradiamos desde ahí. Donde sea que haya excedente, tráelo a tu corazón y expándelo. Si podemos renunciar al sentimiento de separación entre nosotros y nuestras parejas, algunas de las energías generales en los canales laterales de nuestro cuerpo entrarán al canal central. Como resultado de esto, surgirán diferentes estados y experiencias de apertura dentro del cuerpo.
Lo mismo sucede si uno aprende a sostener este estado en la meditación, llenando toda la parte superior del cuerpo desde el corazón y la parte inferior del cuerpo desde el ombligo. En la meditación, esto sucede principalmente a través de la apertura y la dedicación, así como de la valentía y el gozo. En el amor, pasa cuando lo masculino y lo femenino se complementan entre sí. Sin embargo, no debemos crear demasiados conceptos al respecto, ya que esto no es fácil.