Respuesta de Lama Ole:
En la práctica de unión tántrica, el objetivo principal es unir al hombre y a la mujer para que se “completen”. Por supuesto, mantenemos nuestra apariencia externa, pero en los niveles interno y secreto, podemos adoptar rápidamente las cualidades del otro género: los hombres obtienen la intuición inherente de las mujeres, y las mujeres obtienen la fuerza de los hombres. En el nivel más profundo, el hombre recibe el espacio que transforma todo en algo más allá de lo personal, mientras que la mujer obtiene el gozo que lo completa todo.
La práctica es muy buena si uno es verdaderamente capaz de hacerla. Los hombres y las mujeres pueden realmente complementarse de esa manera. Las mujeres tienen ciertas energías en sus cuerpos que contienen diferentes sabidurías y entendimientos profundos: existe la sabiduría como un espejo, que muestra todo como realmente es. Existe la sabiduría igualadora, que muestra la complejidad de las cosas. También está la sabiduría discriminadora, la sabiduría de la experiencia y la sabiduría intuitiva que todo lo permea. Si el hombre acude a la mujer como si fuera a un templo, lleno de respeto y dignidad, si se abre a ella y puede verla en un nivel muy alto, recibirá estas sabidurías. Si la mujer acude al hombre de la misma manera, recibirá cuatro actividades: la actividad pacificadora, la actividad enriquecedora, la actividad fascinadora y la actividad poderosamente protectora.
En el nivel más profundo, la mujer es como una flor de loto –cálida, abierta y sostiene felizmente algo– mientras que el hombre es como un diamante que disfruta irradiando por sí solo. Pero un loto que no sostiene nada y un diamante que no irradia para nadie, no son de utilidad. Por esto es importante unir lo femenino y lo masculino. En los niveles interno y secreto, este encuentro produce un ser humano completo.
Pero incluso si uno ha logrado esto, uno todavía siente deseo por el otro. En realidad, una vez que uno se ha liberado de los obstáculos y los velos, la apariencia física de uno puede volverse más claramente masculina o femenina, y la capacidad de amar de uno se vuelve más fuerte. Y en los niveles interno y secreto hay un gran enriquecimiento.