Respuesta de Lama Ole:
Sí, si uno lo transforma. Normalmente solo bloquea la comunicación y es nuestro peor enemigo. Pero si uno transforma al ego y en vez de pensar “¡qué maravilloso soy!” piensa “¡qué maravillosos somos todos!” entonces nuestra experiencia pasa directamente del infierno al paraíso.
Si piensas “soy maravilloso y mucho más inteligente que todos los demás”, estás siempre solo y en mala compañía. Pero si piensas en lo maravillosos que son los demás y de lo que son capaces, entonces siempre estás en buena compañía y puedes aprender algo de todos. Puedes dar algo a todos y el mundo se vuelve más y más hermoso.
Si un profesor se para frente a su clase y piensa “¿qué están haciendo esos treinta gorilas aquí?” se iría inmediatamente, porque no puedes enseñarle nada a los gorilas. Pero si piensa “¿qué están haciendo esos treinta Einsteins en mi clase?” de repente es divertido porque los estudiantes pueden aprender mucho.
El cielo y el infierno suceden entre tus orejas o tus costillas, dependiendo donde imagines que está la mente. Si ves a las personas y todo lo que hay en el mundo como maravilloso, esto es el cielo. Si tu ves peligros, dificultades y dolor en todos lados, entonces estás en el infierno.