Una vez que uno se ilumina, ¿uno mantiene este estado o tiene que trabajar para alcanzarlo una y otra vez?

Respuesta de Lama Ole:

Una vez que la liberación o la iluminación son alcanzadas, no hay vuelta atrás. La liberación es el primer paso, donde uno ya no se experimenta como el cuerpo que envejece, enferma y muere, ni como los pensamientos y sentimientos que van y vienen. En ese nivel, sabemos que no somos esto o aquello, así que dejamos de experimentarnos como un objetivo. No podemos volver atrás desde ahí porque no hay más un concepto de un yo o un ego. Sujeto, objeto y acción se funden en una unidad; y el experimentador, lo experimentado y la experiencia misma se complementan entre sí perfectamente. Ya desde ese nivel, no hay retroceso.

Desde ese nivel de seguridad, uno continúa hasta la completa iluminación. Mientras la liberación significa que uno está completamente libre de emociones perturbadoras, en el nivel de la iluminación, incluso los velos mas sutiles de los conceptos e ideas rígidas, se desvanecen. Aquí, experimentamos lo que es real: la naturaleza de la mente, intemporal y en todo lugar. Somos el océano mismo y vemos el ir y venir de las olas como el libre juego del océano, no como distintos de él. En este estado, mas allá de los extremos o de ideas de materialismo, nihilismo, existencialismo, etcétera –donde ya nada puede perturbarnos y donde no hay sufrimiento– somos como una taza de café que ha dejado de sacudirse y permanece completamente quieta, reflejando todo.

En ese estado, todas las habilidades, cualidades y poderes se juntan y se muestran así mismos espontáneamente. Aquí, experimentamos nuestra mente como luz clara. Somos como un hombre en la cima de una montaña con una vista panorámica. Al mismo tiempo, somos conscientes del camino que recorrimos hasta la cima y podemos ayudar a aquellos con quienes tenemos una conexión.

Los estados de liberación e iluminación no deben ser comparados con otros estados de la mente, como los reinos de los dioses o semidioses. En el reino de los dioses, uno tiene experiencias placenteras por inimaginables períodos de tiempo, pero uno cae de estos reinos tan pronto las buenas impresiones que llevaron a dicha encarnación se agotan. En estos niveles, hay todavía un concepto de un yo, un ego o persona – un alma o atman. La iluminación es algo realmente grande, un estado que dura por siempre.