Algunas personas siempre quieren ayudar, pero no son realmente de ayuda. ¿Puedes decir algo al respecto de esta especie de síndrome del ayudante?

Respuesta de Lama Ole:

Si la gente quiere ayudar sin haberse ayudado primero a sí misma, por lo general es alejada. A nadie le gustan estos ofrecimientos de ayuda que son pegajosos y demasiado personales. Muchas personas tienen un buen sentido para identificar lo que no es sano –cuando los ayudantes no quieren encargarse de sus propios problemas, y en vez de esto se meten en los de los demás–. Otras personas tal vez no hagan demasiado, pero están allí con firmeza, y todos quieren compartir sus vibraciones. Estas personas son más útiles de lo que uno podría pensar.

También hay un motivo por el cual la gente se ríe de las numerosas organizaciones de ayuda e instituciones religiosas, aunque sean útiles. Los borrachos van a ellas mientras tengan hambre y reciban un tazón de sopa y un sermón. Pero, apenas están un poco mejor, se van un poco más lejos a conseguir la sopa sin el sermón. Realmente podemos darnos una idea de qué es sano y qué no lo es. Incluso los perros sienten por qué los están acariciando –si se trata de alguien a quien de verdad le agradan o si solo quieren evitar ser mordidos.