Respuesta de Lama Ole:
En algún momento eso simplemente se detiene. Primero trata de entender que todos son budas y que el solo hecho de que puedan pensar es en realidad fantástico, y que puedes compartir algo con ellos. Luego trata de construir las cosas desde este nivel.
Uno debería tratar de enfocarse siempre en algo hermoso acerca de la otra persona. Si su cara es un poco extraña, tal vez sus manos sean agradables, o su corbata, o el auto que conduce, o su novia. ¡Cualquier cosa! Encuentra algo que te interese y que también haga sentir cómodo al otro, y convierte eso en la base del encuentro. Luego, desde este punto de riqueza, expandes la conexión más y más hasta que realmente puedes compartir algo.
Al mismo tiempo, uno también debe entender que la razón por la que algo en los demás nos molesta y nos vuelve arrogantes y orgullosos, es que nosotros mismos tenemos un problema con estas cosas. Uno debe tener esto en cuenta; es fácil de olvidar. El mundo es solo un espejo para nosotros. Solo tenemos problemas con el exterior si aún tenemos algunos parches espinosos en el interior. Pero eso no significa que no debemos hablar con los demás hasta que estemos iluminados. ¡Solo aprendemos al hacerlo!
Si tienes que aclarar un problema con alguien, puedes comenzar en un nivel en el que puedan verse a los ojos. Entonces, simplemente puedes decir, de una manera muy tranquila: “Oye, ayer te oí decir esto y aquello, ¿realmente querías decir eso? Yo lo veo de esta manera…” Comienza primero desde un nivel de excedente y luego todo saldrá bien. ¡Cuando realmente te gustan las personas, ellas aceptarán cualquier cosa que venga de ti! Lo sentirán.
Eres un joven bodhisattva, así que en realidad es solo cuestión de tiempo hasta que el estilo rígido desaparezca y puedas seguir tu corazón por completo. Y no pierdes sabiduría en el proceso; no te vuelves aburrido ni poco claro. Mantienes la claridad y al mismo tiempo eres libre de enfocarte en lo que quieres, y en ayudar a los seres de diferentes maneras.