Respuesta de Lama Ole:
Cuando pienses que ya no están trabajando con su situación ni progresando. Mientras que sientas que realmente están comprometidos y haciendo lo que pueden, está bien ayudar. Pero apenas se conviertan en víctimas y solo esperen algo, déjalos solos, porque en ese caso no están avanzando.
Esto puede sonar duro y no es el estilo de los años sesenta –donde tomó forma nuestro humanismo– pero uno tiene que pensar realmente en el bienestar de la persona. Las instituciones sociales y psiquiátricas de Europa Occidental ahora son muy buenas. Muchos de mis estudiantes trabajan en esa clase de lugares, y estoy seguro de que hacen un muy buen trabajo, al igual que otras personas. No tienes por qué tener remordimientos cuando dejas a alguien en manos de profesionales.
Tampoco deberíamos ser demasiado suaves con las personas que quieren suicidarse. Si el candidato comienza a ponerse evasivo, si ya no quiere explicar ni demostrar nada y dice todo dulcemente con una sonrisita delgada, a partir de ese momento ya no puedes salvarlo. Apenas se haya enamorado de la idea del suicidio, no hay nada que puedas hacer. Pero mientras exista algo de resistencia, mientras haya una lucha interna, podrás sacudirlo y decirle: “Sin duda renacerás en una zona de guerra en África”. Si la persona es un poco inteligente y sabe lo que sucede en el mundo, puedes decirle: “Piensa en los hutus y en los tutsis, y en lo que sucede entre ellos”. Si ha visto lo que sucede allí por televisión, es posible que puedas sacudirlo y hacer que se olvide de su viaje.
Si solo somos amables todo el tiempo, se enamorarán aún más de la idea del suicidio, ya que todos se la están tomando tan en serio. Entonces, cometerán suicidio a causa de los demás y no de ellos mismos. Al final, habrán hablado tanto sobre el tema, que tendrán que hacerlo.