Respuesta de Lama Ole:
Lo mejor es guiar a la pareja hacia la meditación. Explicarle: “Todo lo que ves en mí no es más que tu propia riqueza. Sólo puedes ver cualidades en mí porque ya las tienes dentro de ti. Y ahora voy a mostrarte cómo descubrir toda esa riqueza sin lidiar con las dificultades que tienes conmigo”. Luego le das la meditación de las tres luces y le aconsejas que vaya al centro budista local. Esto le ayudará a volverse independiente y gradualmente podrás separarte sin lastimarlo.
En casos donde la pareja no está interesada en la meditación, principalmente aconsejo buscar un hombre o mujer que puedan estar interesados en convertirse en su nueva pareja. Si uno puede hacer esto y funciona, es muy beneficioso. Yo mismo casi siempre he buscado un sucesor para mis exnovias, alguien que pudiera asegurarse de que todo estuviera bien y que ella fuera feliz al final. Naturalmente, un maestro puede hacer esto más fácilmente. Pero, aun así, uno puede al menos intentarlo. Es nuestra responsabilidad asegurarnos de que nuestra anterior pareja se sienta lo mejor posible.
En algunos casos, es necesario decirle al otro que se está comportando como un niño, que estamos perdiendo el respeto hacia él y que es mejor terminar la relación para mantener un recuerdo positivo, tanto de él como del tiempo compartido. Pero realmente debes sentirlo. Después, puedes aconsejarle que se vuelva independiente y que aprenda a valerse por sí mismo. Incluso podrías dejar abierta la posibilidad de darle otra oportunidad a la relación en el futuro.
Si la pareja se enoja y pierde el control, es mejor irse en vez de rebajarse a su nivel. Lo mismo ocurre en una discusión donde la otra persona te está gritando y comienzas a gritar también; sin importar lo que pase, perderás. Aquí, en todo caso, deberías hablar muy suavemente para que la otra persona deje de gritar y así entienda lo que dices. Gritar es estúpido en cualquier situación.
Si tu pareja alguna vez se torna violenta, llama a la policía. Tenemos un gran aparato social que se encarga de asuntos como éste. El cincuenta por ciento de tus impuestos van dirigidos a esto, de modo que puedes hacer uso de ello con la conciencia tranquila.